Emocionadas y con la ilusión de poder restaurar su vida monástica, las dominicas de Santa Catalina de Siena han vuelto a su convento en la llanura de Nínive tras la expulsión de Estado Islámico. Han sido tres largos años de exilio y al llegar a su hogar se encontraron un templo destrozado. Deberán trabajar mucho pero al menos ya están en casa.
“Hace tres años, dejamos nuestra casa por la noche hacia lo desconocido. Iniciamos un exilio”, escribía una de estas hermanas dominicas. “A pesar de todo, siempre hemos soñado con volver y encontrar nuestras casas tal y como las dejamos. Deseamos mucho volver y encender nuestras velas para rezar, cosechar nuestras uvas y leer nuestros libros”, agregaba.
Tal y como informa Catholic News Agency, las hermanas dominicas destacan como “Dios nos derramó sus gracias cuando nuestras ciudades fueron liberadas, una tras otra. ISIS fue derrotado y la llanura de Nínive parece haber sido liberada”.
"Vamos a romper vuestras cruces"
Sin embargo, pese a haber expulsado a Estado Islámico, las hermanas creen que esto “no significa que la llanura de Nínive esté totalmente limpia de esa mentalidad”. Y es que al regresar a sus hogares, muchas familias cristianas han encontrado pintadas como “vamos a romper vuestras cruces” o “no tenéis nada con nosotros”. Además, en las iglesias han encontrado grabadas en las paredes del templo instrucciones de batalla o armamento.
Este vídeo fue publicado en noviembre de 2016 justo tras la liberación de Qaraqosh
Al llegar a Qaraqosh, las hermanas vieron la destrucción producida en la ciudad. Más de 6.000 viviendas están en necesidad de reconstrucción. "Nos quedamos muy aturdidas por el daño que vimos. Fue muy doloroso ver toda esa abrumadora destrucción ", dijeron las hermanas.
"Inmediatamente nos dimos cuenta de que no eran las fuerzas militares o las armas inteligentes las que causaban todo el daño, sino el odio", escribieron las hermanas, diciendo que "el odio deja a ambos oprimidos y opresores profundamente arrollados".
Muchas familias han decidido no volver a sus comunidades debido a la abrumadora pérdida de sus hogares. Otros no regresan porque ya no confían en sus vecinos. Las hermanas dijeron que "sabíamos que eran nuestros vecinos quienes nos traicionaron y nos hicieron daño, incluso antes de que ISIS lo hiciera".
"Hoy vemos la maravillosa obra de Dios"
"No es fácil decidir si regresar", continuaron las hermanas, que han visto como su propio convento también ha sido parcialmente destruido.
Sin embargo, las hermanas han decidido regresar a la llanura de Nínive, y vivirán en una casa familiar en Telskuf hasta que su convento haya sido reparado. Las hermanas también necesitan reconstruir el orfanato que había sido quemado, y esperan abrir una guardería.
Aunque las consecuencias de la ocupación del estado islámico de la llanura de Nínive son significativas, las hermanas tienen esperanzas para el futuro. Algunas familias han podido regresar a sus hogares, y las hermanas están agradecidas de que parte del proceso de reconstrucción ya haya comenzado. "Hoy vemos la maravillosa obra de Dios", reflexionaron las hermanas.
"Dios está con nosotros y no nos dejará. Le agradecemos todo el apoyo que nos ha mostrado. Por favor recen por nosotros al comenzar esta nueva fase de nuestras vidas".