No había sucedido nunca en Marruecos: que nazca una asociación de marroquíes cristianos y que un organismo oficial del régimen, el Consejo Nacional de Derechos Humanos (que pasa informes al sultán de Marruecos) les reciba.
Los cristianos marroquíes, en ese reunión insólita hasta el momento, han planteado sus primeras reivindicaciones:
- derecho a usar nombres cristianos,
- derecho al matrimonio civil (es decir, a no recurrir al matrimonio islámico),
- derecho a practicar el culto cristiano en iglesias y no en la clandestinidad,
- derecho a escuelas no confesionales (es decir, poder evitar las escuelas de ideario musulmán)
- poder ser enterrados en cementerios cristianos, hasta ahora abiertos solo para extranjeros
Así lo ha explicado Mustafá Susi, portavoz de la recién creada Coordinadora Nacional de Marroquíes Cristianos, a la agencia Efe.
Según esta nueva oordinadora, una delegación de nueve miembros de la coordinadora se reunió el pasado martes con el Secretario General del Consejo Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Mohamed Sebar, y le hicieron saber sus demandas.
El presidente del CNDH, Dris Yazami, confirmó a Efe esa reunión: "Pidieron una cita, los recibimos y nos entregaron un documento". El organismo oficial no quiere dar más datos al respecto.
La idea de que pueda haber "cristianos marroquíes" era tradicionalmente tabú en Marruecos. Que un organismo oficial reciba a un grupo parece un cambio de actitud en la Administración y el país.
La ley marroquí solo contempla que sus ciudadanos sean musulmanes o bien que pertenezcan a la la minoría judía (actualmente unas 2.000 personas).
Jamás en la historia de Marruecos se han tolerado las conversiones al cristianismo, e incluso se ha juzgado y encarcelado a quienes han dado el paso de abandonar el islam y abrazar esa religión.
Yazami aclaró a Efe que estas demandas "vamos a estudiarlas",sin dar ninguna respuesta, y añadió que la reunión en sí misma demuestra que "se amplía el campo de las libertades en Marruecos".
El portavoz Susi señaló, por su parte, que en la reunión se produjo "un debate largo" y que su interlocutor se mostró "receptivo" a sus demandas, además de recomendarles "abrir otros canales de comunicación" en Marruecos.
Susi dijo que ese es, de hecho, uno de los próximos pasos que piensa dar la coordinadora: abrir contactos con organizaciones pro derechos humanos que sean marroquíes, detalle importante dada la hostilidad con que siempre se han recibido en Marruecos los contados intentos de evangelización por parte de extranjeros.
En los últimos años, en entornos misioneros protestantes, se habla de un crecimiento del número de cristianos, sobre todo evangélicos, en Marruecos. También hay algunos que pueden haberse convertido al cristianismo -evangélico o católico- en Francia u otros países francohablantes, y tratan de mantener su fe en Marruecos. Por último, hay rumores de conversiones al cristianismo en comunidades bereberes, rurales, que pueden ligarlo a una cierta descononexión con lo "árabe" oficial.