Más de veinte personas son asesinadas cada día en Nigeria a manos de Boko Haram y el Estado Islámico. Según cifras de la organización en defensa de los cristianos perseguidos Puertas Abiertas, la persecución se consolida a ritmos agigantados en el país africano, especialmente en la región noroeste, donde 782 personas fueron asesinadas entre enero y marzo de este año.
En la zona noreste se registraron 441 asesinatos perpetrados por ambas agrupaciones islamistas, así como por milicianos fulani y otras bandas violentas, según expone la agencia SBM Intelligence. En la zona central, conocida como "el cinturón medio" de Nigeria, se registraron 425 muertes como resultado de ataques.
Uno de los más graves incidentes tuvo lugar el pasado 19 de abril, cuando al menos 20 personas fueron asesinadas o heridas en un atentado del Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP) contra un mercado.
En un comunicado publicado en Telegram, el grupo terrorista reivindicó el atentado afirmando que "soldados del califato en el centro de Nigeria" atacaron "una reunión de cristianos infieles". Una semana antes, el domingo 10 de abril, militantes fulani atacaron 10 comunidades del estado de Plateau, en la región centro-norte de Nigeria, matando a más de 150 personas.
"La situación de seguridad [en el centro-norte] es muy inestable", desveló un informe de tres ONG que visitaron recientemente la región. "Grupos dispares de vigilantes cristianos y no religiosos comienzan a tomar represalias contra los musulmanes. Se espera que las tensiones religiosas se intensifiquen de cara a las elecciones de 2023", advertía el documento.
Para el director general de Puertas Abiertas, Frans Veerman, una muestra de ello es la creciente colaboración que están llevando a cabo los grupos armados en los atentados, como ocurrió en los recientes atentados contra un tren en Abuja o el aeropuerto internacional de Kaduna.
Un poderoso monstruo de tres cabezas
"Parece que el país tiene que enfrentarse ahora a un poderoso triunvirato, algunos dirían que a un monstruo de tres cabezas, ya que Boko Haram/ISWAP, la milicia fulani y los llamados bandidos están actuando evidentemente en cooperación unos con otros", denunció Veerman.
Las autoridades gubernamentales ofrecen la misma conclusión. Lai Mohammed, ministro de Información del Estado, se refirió a los asesinatos masivos de Plateau como el resultado de "una especie de apretón de manos impío entre los bandidos y los insurgentes de Boko Haram".
Usman Yusuf, miembro del Foro de Ancianos del Norte que fue a visitar a grupos de bandidos en varias partes del país, dijo a una emisora nacional que temía "que el matrimonio entre los combatientes del ISWAP y los bandidos fuera la amenaza más letal para la existencia de Nigeria", informó el portal Punch.
Mientras tanto, el aumento de la violencia ha hecho que millones de personas huyan de sus hogares. Más de 8,4 millones de nigerianos, sólo en la región del noreste, necesitan ayuda humanitaria y la mitad de ellos se enfrentan a una crisis alimentaria, según declaró hace dos semanas la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Aunque la violencia afecta a todo el mundo, los cristianos suelen ser un objetivo particular debido a su fe. Este año, Nigeria ha subido dos puestos en la lista de vigilancia mundial de Puertas Abiertas de los 50 países donde es más difícil vivir como cristiano. Ahora ocupa el séptimo lugar y es el país donde los cristianos sufren más violencia del mundo.