El 19 de febrero pasado, en un video difundido en el sitio de mensajería Telegram, el Estado islámico había prometido que azotaría a la comunidad cristiana. Y los ataques no se hicieron esperar.
El 22 de febrero, las autoridades hallaron el cuerpo de un cristiano de aproximadamente 60 años, acribillado por proyectiles; junto a él, encontraron a su hijo muerto, quemado vivo por los yihadistas. Las autoridades encontraron el cadáver del joven al alba, en el patio posterior de una escuela de Al-Arich.
Este jueves se dio la tercera víctima en tan solo dos días: un cristiano de 40 años fue hallado sin vida, muerto de un tiro en la nuca, sobre el techo de su propia vivienda. Luego de matarlo, los terroristas incendiaron su casa.
El homicidio de ayer también fue en Al-Arich, capital de la gobernación del Sinaí del Norte. Los investigadores enseguida centraron su atención sobre la pista yihadista, que luego fue confirmada por la reivindicación de los milicianos de Daesh, acrónimo árabe para el Estado Islámico, en la región.
Explica la agencia AsiaNews que con anterioridad, el 12 de febrero, también en Al-Arich, algunos hombres enmascarados a bordo de una moto mataron –siempre con disparos de pistola- a un veterinario cristiano, mientras éste se hallaba al volante de su automóvil.
A fines de enero, un funcionario cristiano fue asesinado por un grupo de hombres armados; aún se desconoce, en este caso, la identidad de los asaltantes.
Desde el golpe de Estado militar del año 2013, que puso fin a la presidencia de Mohamed Morsi y derrocó al gobierno de los Hermanos musulmanes, el norte del Sinaí es teatro de atentados sangrientos, perpetrados por milicianos yihadistas. La mayor parte de las veces, los ataques se centran en unidades del ejército, policías y funcionarios de Seguridad.
Sin embargo, la minoría copta tampoco se ha salvado de los ataques. De los cometidos contra ellos, el más grave fue un atentado suicida ocurrido el 11 de diciembre contra una , que causó 29 víctimas.
En el pasado, al Qaeda también tuvo en su mira a los cristianos coptos. De manera particular en el 2010, la célula local de la red del terror conducida por Osama bin Laden emprender una “limpieza” de cristianos en la región del Sinaí. Amenazas que fueron concretadas la noche del primero de año del 2011, cuando explotó delante de una iglesia copta matando, en este caso, a 29 personas.