El lunes pasado, en el estado mayor de la expedición de Kóniujov en Moscú, el marmolista Vladimir Mijáilov le entregó al viajero la cruz de su propia talla hecha de piedra caliza relicta.
La entrega tuvo lugar en una fecha simbólica: justo hace 57 años, el 23 de enero de 1960 se había realizado la primera inmersión al fondo de la Fosa de las Marianas en el Océano Pacífico que llegó a la profundidad de unos 10,9 kilómetros, protagonizada por el equipo del batiscafo científico “Trieste”. Una inmersión parecida fue repetida en 2012 por el aparato Deep Sea Challenger, al bordo del que estaba el director de cine canadiense James Cameron.
“En toda la historia nadie ha bajado al mismo fondo de la Fosa de las Marianas. Hubo dos inmersiones, en 1960, un año antes del vuelo espacial de Yury Gagarin, y llegaron a bajar a 10.800 metros. Luego James Cameron bajó a la misma profundidad de 10.800 metros. Pero allí hay una grieta, muy estrecha, que llega hasta 11.025 metros. Nadie nunca ha llegado al fondo de aquella grieta, como recordó el padre Fiódor.
Fiodor Koniujov siempre fue una persona religiosa; después de asombrosos logros como explorador (subir las cimas más altas, cruzar océanos en barcas de remos, etc...) decidió hacerse sacerdote; la Iglesia Ortodoxa le permite seguir con sus viajes; también pinta y dibuja y escribe de espiritualidad
Kóniujov explicó que junto con el conocido explorador polar, primer vicepresidente de la Sociedad Geográfica Rusa Artur Chilingárov está dispuesto a llegar al punto más profundo. “Artur Chilingárov y yo nos sumergiremos a la Fosa de las Marianas. Él instalará allí una bandera de la Federación Rusa y yo, como sacerdote ortodoxo, instalaré una cruz” - dijo el clérigo viajero.
Además Kóniujov añadió que la fecha de la expedición aún no está fijada: actualmente el nuevo batiscafo para dos personas no está construido. Los trabajos se llevan a cabo por la compañía australiana Ron Allum Deepsea Services dirigida por Ron Allum, creador del Deep Sea Challenger. Es probable que la expedición tenga lugar en 2018.
Los exploradores rusos planifican no solamente llegar al fondo de la fosa oceánica más profunda de la Tierra sino pasar allí varios días para realizar investigaciones.
En su turno, el artesano Vladimir Mijáilov comentó a la agencia RIA Novosti que la cruz se realizó en su taller en la región de Novgorod y el trabajo llevó unos tres meses. Las dimensiones de la cruz son de medio metro por un metro. Mijáilov subrayó que la piedra caliza del paleozoico había sido encontrado a la orilla del río montañés de Mstá y la edad de la piedra es de unos 360 millones de años.
“Es una piedra natural relicta que se creó en el lecho del antiguo fondo marino, es una roca sedimentaria que lleva en su interior casi toda la memoria biológica de la tierra… Por eso la piedra se unirá orgánicamente a su nuevo entorno”, dijo el artesano en referencia a la futura instalación de la cruz en el fondo de la fosa de las Marianas.
Anteriormente, en mayo del año pasado, el artesano le había entregado al viajero una cruz sacerdotal con la que el sacerdote Fiódor Kóniujov dio la vuelta al mundo en un aerostato.
(Publicado originariamente en el portal de la Iglesia Ortodoxa Rusa Pravoslavie.ru, traducción al español de Tatiana Fedótova)