La tasa de fertilidad de Corea del Sur se situó en 1,24 hijos en el 2015, número muy inferior a aquel 2,1 que habría mantenido la población estable en 51 millones.
El año pasado, el número de surcoreanos mayor a 65 años aumentó a 6,7 millones lo cual equivale al 12,2 % de la población del país, según la Oficina de Estadísticas. Las naciones se convierten en una “sociedad envejecida” si las personas de 65 años de edad representan el 14% y más. Según una investigación conducida por Statistics Korea las personas mayores a 65 años podrían llegar a ser 12,9 millones o el 24,5 % de la población para el año 2030.
Por lo tanto, las autoridades están realizando esfuerzos desesperados para aumentar la que resulta ser una de las tasas de natalidad más bajas de la historia a nivel mundial, puesto que muchos jóvenes postergan el matrimonio debido a la crisis económica que embiste al país.
A principios de esta semana, el presidente surcoreano, Hwang Kyo-Ahn, convocó a los funcionarios gubernamentales para tratar de imponer un cambio en la política de Corea del Sur referida al crecimiento de la población.
La baja tasa de natalidad llevó a los gobiernos centrales y provinciales de Corea del Sur a proponer incentivos financieros y otras medidas para impulsar a los jóvenes a fin de tener más hijos.
El gobierno gastó más de 81.000 millones de euros entre 2006 y 2016, pero esto no fue suficiente para aumentar la tasa de natalidad. El gobierno ya hizo saber que este año puso a disposición 18.000 millones para contribuir a aumentar la tasa de natalidad en el país.
Por ejemoplo, Lee Suk-hwa, a cargo del Condado de Cheongyang, declaró que su administración el pasado año empezó a entregar 8.000 euros a los padres que tienen un cuarto hijo como parte de los esfuerzos para alentar a las personas jóvenes a tener más niños en las zonas rurales.
Kim Man-soo, intendente de Bucheon, una ciudad cerca de Seúl, declaró que su ciudad revisó una ordenanza para ofrecer, entre otras cosas, 8.000 euros a los padres que tienen un cuarto hijo a fin de incrementar la tasa de natalidad de la ciudad -la más baja se da en la provincia de Gyeonggi, que rodea a Seúl. En el pasado, Bucheon destinaba solamente 400 euros a los padres de un tercer niño.
La isla de Wando en el Sur del país ofrece también 4.000 euros como suma total y otros 12.000 en cuotas a lo largo de tres años para aquellos que tengan un quinto niño.
En 1960 Corea del Sur adoptó una política de control de la natalidad para frenar el rápido crecimiento de la población en un momento en el cual el país estaba reconstruyendo su economía.
El gobierno entonces enviaba a funcionarios a todas las casas de las zonas rurales para explicarles qué era la planificación familiar. El gobierno alentaba a la gente a tener un solo hijo y proveía gratuitamente servicios de vasectomía con la intención de bajar el rápido crecimiento de la población.
La agresiva política de control de los nacimientos bajó la tasa de fertilidad total del país del 6,0 en 1960, a 2,06 en 1983 . Y tocó fondo con 1,08 en 2005, una transición demográfica dramática que ahora está experimentando sus consecuencias.
Desde ese momento, Corea del Sur está luchando para invertir la curva demográfica, ofreciendo una serie de incentivos para los jóvenes. Los eslóganes del gobierno sobre los nacimientos han registrado un cambio de ruta, pasando de la advertencia a la esperanza. Uno de los spots emitidos dice: “un niño es la alegría de una familia y la esperanza para el futuro”.