En una entrevista en Radio Vaticano, Massimo Introvigne, director del Centro de Estudios Nuevas Religiones (Cesnur) ha avanzado algunos datos del informe que será publicado el próximo mes en el que se informa de que cerca de 90.000 cristianos han sido asesinados en 2016 a causa de su fe. En total, un muerto cada seis minutos.
A pesar de la gravedad de estas cifras,m son mejores que en 2014 cuando hubo 105.000 cristianos asesinados.
Un dato revelador es que la mayor parte de estos cristianos no han muerto en Siria, Irak o en otros países de Oriente Medio sino en África, donde hay conflictos olvidados de los que no se habla en Occidente.
“El 70%, es decir, 63.000, fueron asesinados en conflictos tribales en África. El centro los incluye en la estadística porque consideran que en gran parte se trata de cristianos que se negaron a tomar las armas por razones de conciencia”, afirma Introvigne.
El otro 30%, recalca el experto italiano, que serían unos 27.000 muertos, “murieron en atentados terroristas, destrucción de villas cristianas o persecuciones del gobierno, como en el caso de Corea del Norte”.
En Irak y Siria, gran parte de los cristianos ha tenido que huir y muchos han perdido todo. Otros han muerto
Del mismo modo, Massimo Introvigne indicó que en las persecuciones realizadas por Estado Islámico se encuentran los casos de cristianos donde la Iglesia “está estudiando una posible beatificación”. También quiso destacar que existen numerosos fieles que eligieron permanecer en estos territorios ocupados por los yihadistas sabiendo lo que podía pasar y así “continuar, como podían, testimoniando la fe”.
Los datos recogidos por tres centros de estudios de EEUU así como por el Cesnur, estiman que “que entre 500 y 600 millones de cristianos no pueden profesar la fe de modo totalmente libre”.
Por ello, Introvigne destaca que “sin querer olvidar o disminuir el sufrimiento de los miembros de otras religiones, los cristianos son el grupo religioso más perseguido del mundo”.