Recep Tayyip Erdogan lleva años reislamizando e intentando alejar a Turquía de la moderación que servía de ejemplo para otros países de mayoría musulmana. Pero pese a este proceso los símbolos navideños siguen estando muy presentes en Turquía y muy pocos alzan la voz para que sean eliminados.
Y si hay algo que sobreabunda durante estos días es precisamente Santa Claus o Papa Noel al igual que el árbol navideño. No hay polémicas y es asumido por todos como algo que realmente forma parte de la sociedad turca.
Hace unos años un imán intentó lanzar una campaña contra la presencia de Santa Claus en Turquía denunciando que era algo extraño que era incompatible con la fe musulmana y la identidad turca.
Sin embargo, desde los sectores más progresistas hasta los grupos musulmanes dieron una lección de historia a este imán y desde entonces el debate no se ha reabierto.+
La prensa recordó a este imán que el ahora conocido como “Santa Claus” en realidad es San Nicolás, conocido en Oriente como san Nicolás de Myra y en Occidente como san Nicolás de Bari.
Este santo nació precisamente en la región turca de Anatolia y desarrolló su labor episcopal en Myra, ahora Demre, también en Turquía, durante el siglo IV. Y sus restos fueron llevados a Bari (Italia) una vez que llegaba la conquista musulmana. Actualmente, san Nicolás es patrono de Turquía además de Grecia y Rusia.
San Nicolás nació en territorio turco y es uno de lo santos más conocidos
De este modo, los turcos perciben a Santa Claus como algo propio pese a que la tradición de asociarle a la Navidad se produjera muy lejos de las fronteras.
Iskender Ferit Araz, un vendedor de Estambul y además cristiano, tiene un Santa Claus en la puerta de la tienda y afirma que muchas mujeres con el velo islámico se interesan por estos símbolos navideños, “son sobre todo musulmanes y, a menudos jóvenes, quienes compran árboles”. “El dueño de la tienda es musulmán, tiene tres tiendas más en esta calle y en todas hay `papanoeles’”, relata a la agencia EFE.
Para explicar el ambiente que se vive, Iskender dice que en el barrio la gente lo ve bien: “Aquí nadie hace tonterías por el tema navideño. Sé que en otros sitios sí, que hay musulmanes fanáticos que dicen que la Navidad es algo extranjero. Pero aquí en el mercado hay mucho respeto mutuo”.
Y aunque no muestra simpatía por Erdogan, este vendedor afirma sentirse respetado como ciudadano turco cristiano. “El presidente nos felicita la Navidad todos los años, especialmente en los últimos cuatro o cinco. Es verdad que eso sienta bien”, asegura.
En muchos barrios se encuentran estos símbolos navideños y cristianos sin que existan problemas. Así lo indica Zeynep Akinci, dueña de una tienda de decoración que está repleta de imágenes de Papá Noel y de angelitos tocando la trompeta.
"Soy de familia musulmana, pero nunca he ido a una mezquita. En cambio, sí acudo a menudo a la misa de Navidad. ¡Es tan bonita! Y no es raro en Turquía; soy alumna de un colegio francés y todas nosotras estamos acostumbradas", agrega.