En una conversación con la Fundación Cari Filii habló también del amor del pueblo sirio por la Virgen María, incluidos muchos musulmanes, así como de los signos que apuntan a una especial acción de María en aquella tierra.
“Nuestra región de Homs, con poblaciones como Qalamún, Malula -donde fueron secuestradas unas religiosas- o Yebrud, siempre ha sido de una gran devoción mariana y siempre ha contado con muchas capillas dedicadas a la Virgen”, explica el arzobispo, que habla español porque durante varios años fue párroco de los católicos melquitas de Córdoba (Argentina).
En Malula, también en la diócesis de Homs, los cristianos -mayoría en la ciudad-, recolocaron esta imagen de la Virgen María en lo alto de la población tras su reconquista de manos de los yihadistas
En marzo de 2014 el ejército sirio reconquistó Yebrud, que había sido durante 5 meses el feudo principal de la facción rebelde de la región de Qalamún, que incluía a numerosos yihadistas.
Jean Abdo Arbach, que era arzobispo de Homs desde enero de 2013, llegó allí el 9 marzo de 2014 para celebrar misa en la capilla de la Virgen María de la Salvación, patrona de la diócesis. Como en casi todo el pueblo, no había electricidad debido a los destrozos de la guerra.
“No había electricidad… y sin embargo yo notaba algo, unas luces que brillaban durante la misa. No sólo yo, las otras 70 personas que estaban conmigo lo notaron. Y sin electricidad”, señala el arzobispo.
Dos días después, de vuelta a Homs, el sacerdote de Yabrud le telefoneó de noche para contarle que la imagen de la Virgen lloraba, que tenía lágrimas. “Volví a Yebrud para verlo. Allí la gente me lo comentaba, que habían visto las luces y las lágrimas”.
El arzobispo Arbach de Homs y el obispo Dominique Rey,
de Toulon (Francia), junto a la nueva imagen de la Virgen
de 7 metros colocada en Yabrud tras su reconquista
Los cristianos de Yebrud contaban también historias. "Decían que unos musulmanes habían visto a la Virgen María, vestida de blanco, caminando por las montañas que dominan a la ciudad", muy visible desde el valle donde están las viviendas.
En otra ocasión, el arzobispo celebró misa en un pueblo, y algunos de los jefes musulmanes acudieron a la misa.
“Uno de estos jefes vino a hablar conmigo, y me habló con devoción y agradecimiento de la Virgen. Me entregó un cuadro que representaba a un soldado de rodillas, ante la Virgen María. Me dijo que esa escena había pasado en Yebrud la noche anterior a la liberación. Después consulté a un sacerdote local y me dijo que muchos musulmanes habían rezado, descalzos, venerando a la Virgen, que era algo que muchos sabían allí”, explica el arzobispo.
Los yihadistas en Yebrud habían destruido la parroquia y los iconos de la Virgen en la plaza donde siempre habían estado. En esa misma plaza ante la parroquia los cristianos levantaron, tras la liberación de la ciudad, una estatua de la Virgen de 7 metros de alto. “La dedicamos a Nuestra Señora de la Paz”.
El arzobispo Arbach, revestido según el rito greco-melquita, muestra el icono de la Resurrección: fuente de esperanza y renacimiento para los cristianos
En Yebrud la Patrona es la Virgen de la Salvación, representada en un icono del siglo XVII que tiene su leyenda milagrosa: unos obispos lo trasladaron de una capilla a una gran iglesia, pero al día siguiente el icono volvió milagrosamente a su capilla original, como negándose a dejar el lugar. En la zona hay mucha devoción también a la Virgen de la Paz, patrona de la catedral de Homs.
Y la población cristiana de toda Siria es muy devota del icono de la Virgen de Soufanieh, en Damasco, cuyos hechos milagrosos (lágrimas y sudor de aceite curativo) han sido aprobados oficialmente tanto por el arzobispo católico como por el ortodoxo. Este icono pertenece a un matrimonio mixto: Nicolás, ortodoxo, y Myrna, grecocatólica. Fueron testigos de los hechos de 1982 sus amigos y vecinos musulmanes.
“La Virgen es la Madre de Dios, la Madre de la Iglesia y Madre Nuestra; en mayo le hacemos oración cada día y tenemos asociaciones marianas en Siria desde hace mucho siglos. Los cristianos sirios la amamos con devoción”, concluye el arzobispo de Homs.
Ella da consuelo en estos tiempos duros. El arzobispo tiene una lista con nombres y apellidos de 420 cristianos que han muerto mártires en su diócesis estos años. Y recuerda que la ciudad de Alepo hace poco contaba con 200.000 cristianos y hoy apenas quedan allí 30.000 entre grandes privaciones.
(Es posible apoyar a los cristianos perseguidos con donativos aquí en Ayuda a la Iglesia Necesitada)