En Australia la semana pasada los grandes promotores de la eutanasia se llevaron un duro varapalo después de que en el estado de Australia del Sur el proyecto para legalizar esta práctica perdiese la votación en el Parlamento por tan sólo un voto.
El debate sobre aprobar la eutanasia generó un intenso y polémico debate en la cámara regional australiana, que a punto ha estado de convertirse en el primer estado australiano en aprobar una ley de este estilo aunque finalmente el resultado fue de 24 votos en contra por 23 a favor.
Sin embargo, hubo en precedente en el pasado cuando el estado de Australia del Norte aprobó en 1996 una ley de suicidio asistido, convirtiéndose así en uno de los primeros lugares en tener esta ley.
Finalmente, el Parlamento de Australia revocó aquella ley un año más tarde a pesar de que ya el médico pro-eutanasia Philip Nitschke ayudó a morir a cuatro personas durante ese tiempo.
Tal y como recoge Catholic Herald, el primer ministro de Australia del Sur, Jay Weatherill dijo el pasado jueves que se encontraba “destrozado” por la derrota que impedía la legalización de la eutanasia. Aún así, dijo que estaba seguro de que pronto se producirá otro proyecto de ley similar.
Al no existir una posición fijada por los partidos en este asunto hubo libertad para que los diputados votaran en conciencia venciendo finalmente la vida sobre la muerte.
En el proyecto original finalmente rechazado se establecía que podían acogerse a la eutanasia los pacientes de una enfermedad terminal que sufrieran un dolor insoportable que no pudiera ser aliviada. Y la decisión debía ser aprobada por al menos dos médicos.
Lyle Shelton, del grupo Australian Christian Lobby, se felicitó por el resultado y dijo que "como sociedad justa y compasiva, podemos encontrar mejores maneras para tratar el sufrimiento que no nos conduzcan a una muerte autorizada por el Estado".