Según informa Aleteia, después de cinco años consecutivos concediendo el permiso para que la celebración de la liturgia de la Dormición de la Virgen se llevase a cabo el 15 de agosto el histórico Monasterio de la Madre de Dios en Soumela, en la región de Trebisonda, las autoridades turcas se rehusaron este año.
La prohibición, afirmaron las autoridades, se debe a la necesidad de efectuar una serie de trabajos de restauración que habrían de solucionar un conjunto de problemas de construcción, de reciente aparición, que amenazan con afectar la estabilidad del edificio. Sin embargo, tanto el Patriarcado de Constantinopla y los representantes de las comunidades ortodoxas griegas de la región del Ponto aseguran que estas razones “son sólo excusas”, como se lee en la nota publicada por Ortodoxie: la decisión ha reavivado el temor de que el monasterio sea cerrado, como parte del creciente proceso de islamización del actual gobierno turco.
El monasterio de la Madre de Dios de Soumela, en Trebisonda.
En 2010, tras 88 años de prohibición, el gobierno concedió por primera vez el permiso al patriarca ecuménico de celebrar la liturgia divina en la fiesta de la Dormición. Este permiso, a pesar de que sólo concedía la apertura del monasterio una vez al año, no tenía fecha de expiración. Sin embargo, este mes de mayo, las autoridades turcas informaron al Patriarcado Ecuménico que el permiso había sido retirado, sin especificar si refería sólo al presente año.
La información ha causado una gran decepción entre la comunidad ortodoxa griega alrededor del mundo. De acuerdo con el presidente de la Federación Internacional de los griegos del Ponto, Georges Parcharidis, “la razón dada es la restauración del edificio (pero) no creo que esa sea la razón. Los turcos no quieren permitir que el histórico monasterio esté activo de nuevo. Su objetivo es desaparecer cualquier elemento que una a Grecia y a la ortodoxia”.
De acuerdo a Parcharidis, el plan del gobierno turco sería el de cambiar el carácter de la zona. “El plan comenzó a realizarse en los últimos años. Hace ya dos años que la iglesia de Santa Sofía Trabzon fue convertida en una mezquita, mientras que lo mismo ocurre gradualmente con Santa Sofía en Constantinopla. Al mismo tiempo, todas las iglesias ortodoxas en la zona se han convertido en mezquitas, en graneros, o han colapsado”.
Parcharidis denuncia, además, que el nuevo alcalde de la zona, electo en 2014, ha estado desarrollando esfuerzos para “erradicar cualquier elemento griego ortodoxo” del lugar. Por ejemplo, el gobierno tiene proyectado instalar una estación de esquí a cincuenta minutos del monasterio, lo cual en efecto ha creado cierto impacto en las áreas cercanas al histórico monumento: las carreteras se abrieron utilizando dinamita, debido a la naturaleza rocosa de la zona, y el monasterio sufrió durante el proceso.