Durante el Ramadán, los voluntarios de Cáritas ofrecen comidas a los necesitados en el restaurante de la Misericordia que se puso en funcionamiento en diciembre en Amman y han modificado su plan de trabajo para adaptarse a las necesidades de sus clientes, en su mayoría musulmanes.
No sirven comidas en el almuerzo, sino que han establecieron la apertura por la noche, para ofrecer, a los que observan el ayuno del Ramadán, la única comida que pueden tomar después de la puesta del sol.
El martes, 14 de junio, el restaurante y las otras realidades dirigidas por Cáritas Jordania en el centro de Jabal al Weibdeh recibieron una grata visita de la reina Rania de Jordania, esposa del rey Abdullah II.
La reina, recibida por Wael Suleiman, director de Caritas Jordania, escuchó la descripción de las iniciativas promovidas por Cáritas en el Reino Hachemita, empezando por aquellas dirigidas a ayudar a los refugiados de Siria e Iraq.
Durante la visita, la reina también visitó la Iglesia Católica de Nuestra Señora de la Anunciación, donde conoció entre otros al arzobispo Maroun Lahham, vicario patriarcal para Jordania del Patriarcado Latino de Jerusalén.
El restaurante de la Misericordia, abierto en la víspera de la Navidad ofrece a diario unas quinientas comidas calientes a aquellos que lo necesitan. El comedor se asienta en la antigua sede de la tipografía católica, en la parroquia dedicada a la Anunciación.
“Realmente queríamos estar cerca de una parroquia”, dijo Wael Suleiman a Fides antes de la inauguración, “para demostrar que esta iniciativa forma parte de la manera en que toda la Iglesia está llamada a actuar en el Año Santo de la Misericordia, como nos ha sugerido el Papa Francisco. Y también para dar testimonio de que la Iglesia, cuando es un dócil instrumento de la misericordia de Dios, abraza a todos, empezando por los pobres, sin distinción”.