"En casi diez años que llevo de misionero en Etiopía es la primera vez que veo el país morirse de sed. Ya hacía meses que lo venían advirtiendo tanto las Naciones Unidas como otros organismos internacionales, pero ahora los informes no son necesarios, lo vemos con nuestros propios ojos a nuestro alrededor".
Con esta dramática advertencia comienza su última Carta a los Amigos de la Misión el misionero español Christopher Hartley Sartorius, quien está poniendo en marcha un centro de evangelización en la Misión Nuestra Señora del Shebelle, a dos kilómetros de la ciudad etíope de Gode, en la región somalí por la que discurre el río Shebelle.
"Como consecuencia de la sequía hay muchas luchas tribales a causa del acceso a las pocas fuentes de agua que quedan servibles para las gentes y los ganados, mientras que las cosechas se van muriendo irremisiblemente convirtiéndose todo este desolador paisaje en un inmenso erial", añade el sacerdote madrileño.
"Hemos tratado de salir al encuentro de la última oleada de refugiados repartiendo bidones de agua, movilizando más de veintinueve toneladas de alimentos y construyendo una primitiva escuelita para niños que -me decían antes de ayer- no saben ni escribir su nombre porque jamás han asistido a escuela alguna".
Estos son los datos bancarios para enviar una ayuda económica a la Misión Nuestra Señora del Shebelle:
Según los organismos internacionales que han dado la alerta sobre la situación, a finales del mes de abril algunas zonas quedarán definitivamente sin agua.
Etiopía, con cien millones justos de habitantes, es el segundo país más poblado de África y uno de los más pobres del mundo. Diez millones de personas necesitan urgentemente kits de supervivencia, dos millones de personas viven en zonas sin agua potable, y cuatrocientos mil niños padecen malnutrición agravada por la sequía.
Desde el punto de vista religioso, la zona en la que se encuentra el padre Christopher es definida por él mismo como "de verdadera primera evangelización". La mayor parte de la población es musulmana, y la devoción a la Virgen, fundamental en el apostolado de la Misión, está sólo empezando, pues sólo los cristianos ortodoxos la veneran pero con "una visión de ella muy formal".
"Nosotros con nuestros ocho católicos todavía no hemos hecho ninguna procesión. Algunas de nuestras mujeres sí tienen algo de fe, pero en realidad casi ninguna practica ninguna religión, aunque culturalmente sean cristianas o musulmanas. Recientemente hemos comenzado a reunirnos con ellas para leer la Palabra de Dios, que la mayoría oye por primera vez", explica el padre Hartley a Cari Filii.
Precisamente uno de los proyectos que ha puesto en marcha la misión Nuestra Señora del Shebelle en estos últimos años es el Programa Tamara, que atiende a mujeres enfermas de sida y aparta de la prostitución a quienes la practican, muy numerosas porque el continuo paso de tropas hacia el frente somalí, así como las nuevas prospecciones petrolíferas, han multiplicado el número de potenciales clientes.
El Programa Tamara consiste en recoger a las mujeres temprano por la mañana, llevarlas a Galilea, que es como se llama el proyecto de iglesia, y allí enseñarles distintos tipos de trabajos manuales y alfabetizar a las que lo precisen. Mientras, de sus hijos pequeños se ocupan unos cuidadores, y los que están en edad escolar reciben clases.
"Es verdaderamente admirable ver la transformación que el amor de Dios obra día tras día en la vida de estas mujeres", confiesa el padre Christopher: "La dignidad restaurada tras abandonar la prostitución, sentirse tratadas como personas con el respeto debido a cualquier ser humano... Recientemente, con ellas mismas hemos comenzado un sencillo grupo de oración en una humilde habitación de la ciudad".
Los jueves fotocopian un pasaje del Evangelio en su idioma, que lee una de las que saben hacerlo, y luego lo comentan para concluir rezando, todas en pie cogidas de la mano, un Padrenuestro. Algunas han empezado ya a ir a misa.
"Los domingos vienen a pasar la tarde a Galilea, pasean junto al río, se sientan en la yerba para compartir un refresco y unas galletas, hablan, ríen, juegan a la pelota, los chavales corretean y brincan a su antojo y cuando comienza a oscurecer entran todos en la escuela y les proyectamos una película que disfrutan como enanos", concluye el sacerdote.
La Fundación Cari Filii colabora con el Programa Tamara apadrinando a diez de estas mujeres.
Si quieres ayudar a la misión católica de Gode en cualquiera de estos esfuerzos de evangelización, pero ahora de manera prioritaria para que se pueda paliar la necesidad extrema de agua de las personas a las que atiende, reiteramos los datos bancarios donde hacer el ingreso:
"¡¡Por el amor de Dios, ayudadnos cuanto podáis!! En nombre del Señor Jesús y su Bendita Madre, gracias a todos", concluye el padre Christopher.
Vídeo de 40 segundos de TeleSur en YouTube explicando la situación de sequía en Etiopía