El obispo Rabban al-Qas, pastor de los católicos caldeos de Amadiya y Zakho, en el Kurdistán iraquí, en la frontera con Turquía y Siria, está dispuesto a apoyar la iniciativa de un referéndum promovida en las últimas horas por el líder kurdo Massud Barzani.
Pero para ello debería proponerse un Estado no confesional, que abarque a las múltiples confesiones religiosas del lugar (cristianos de distintas ramas, musulmanes, yazidíes) y valore la riqueza étnica, cultural y lingüística (el árabe y el kurdo, por ejemplo, son dos lenguas muy distintas).
Massud Barzani, líder kurdo, ha declarado que “ha llegado la hora” de convocar un referéndum sobre la independencia de un Estado en el Kurdistán sin ligazón con Bagdad. “Ha llegado el tiempo y han madurado las condiciones –afirmó Barzani- para que el pueblo tome las decisiones que le competen, mediante un referéndum acerca de su futuro”.
Matiza que el referéndum no deberá llevar “necesariamente a una declaración inmediata de independencia y al nacimiento de un nuevo Estado”, sino que busca más bien conocer “cuál es la voluntad del pueblo del Kurdistán en lo que respecta a su futuro”.
Massud Barzani, presidente kurdo, con turbante, se hace una foto con las tropas peshmerga kurdas en el frente contra los yihadistas de ISIL
Los luchadores peshmerga kurdos son un aliado clave de los Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico (EI) en el norte de Irak y, ellos solos, durante bastante tiempo han representado la única barrera capaz de contener el avance imparable de las milicias yihadistas.
La cuestión del referéndum sobre la independencia y de las áreas que el nuevo Estado debiera cubrir –en juego hay zonas ricas en petróleo y gas natural- son una fuente de tensiones entre Erbil (capital del Kurdistán) y el gobierno central de Bagdad, que se posiciona en contra del nacimiento de una nación kurda en el norte de Irak.
Uno de los núcleos irresueltos lo conforma el área de Kirkuk, que actualmente está mayormente controlada por los peshmerga. En el último tiempo, tanto Bagdad como la región kurda, han sido atravesadas por una profunda crisis económica y financiera, agravada por el desmoronamiento de los precios del petróleo, que representa la gran mayoría de los ingresos.
Entrevistado por AsiaNews acerca de la cuestión, el obispo Rabban Al-Qas, que pastorea a unos 4.000 católicos de rito caldeo organizados en 35 parroquias, afirma que “ha madurado el tiempo” para el nacimiento de una realidad kurda autónoma. “El Kurdistán de hoy no es un paraíso pero ciertamente aquí se vive mejor que en otro lado… Aquí podemos y debemos ayudar a quien está en dificultades, mientras que Bagdad jamás ha ayudado verdaderamente a esta región, pese a que hoy hay una mayoría árabe, especialmente en Erbil y en Dohuk”
En la región han encontrado refugio muchos miles de cristianos que han huido de la llanura de Nínive, a la llegada del Estado islámico. Y sobre esta base puede y debe nacer una nueva realidad, de acuerdo con el obispo.
"Necesitamos un Estado kurdo - continúa Mons. Rabban - que pueda reunir a todos, no separador y confesional, sino con una base no confesional, la ciudadanía, una Constitución de todos y para todos, con igualdad de derechos y deberes para musulmanes, cristianos, yazidíes..."
El prelado no ahorra críticas al gobierno central de Bagdad, que asegura que ha dejado de proteger los intereses del pueblo iraquí y que ha permitido el éxodo masivo de cristianos de la violencia, la persecución, el abuso.
Aunque en los últimos años la Iglesia iraquí siempre ha promovido la unidad del país, para el prelado ahora los tiempos han cambiado.
"Es justo promover el referéndum para decidir sobre la separación, para saber acerca de nosotros - concluye -, y también creo que las grandes potencias como Estados Unidos están empujando en esta dirección. Un estado kurdo que no está en contra de Bagdad, sino que sabrá ser un centro de la libertad y la convivencia ... y, con todo respeto, Turquía tendrá que aceptar eso. Barzani no quiere hacer la guerra con los turcos".
Recientemente el obispo Rabban Al-Qas denunció que la aviación turca ha bombardeado contra civiles en el Kurdistán iraquí, incluyendo refugiados cristianos.