La política cristiana caldea Pascale Warda, ex-Ministra de Inmigración en el primer gobierno de transición tras la caída del régimen de Saddam Hussein, ha expresado públicamente su satisfacción por la posición del líder chiíta iraquí Muqtada al-Sadr, quien recientemente ha apoyado la necesidad de restituir las casas y los bienes inmobiliarios sustraídos ilegalmente en los últimos meses a las familias cristianas en Bagdad, Kirkuk y otras ciudades iraquíes.

Según lo informado por los medios de comunicación iraquíes, incluido el sitio web ankawa.com, Pascale Warda ha pedido a todos los ciudadanos iraquíes que apoyen la reintegración de los derechos de los propietarios cristianos sostenida por Muqtada al-Sadr y por lo cual se han movilizado las organizaciones de la sociedad civil, tales como la Asociación Hammurabi para los Derechos Humanos y la Coordinación de las mujeres iraquíes.

El fenómeno del embargo ilegal de las casas de los cristianos se ha podido dar por la participación de funcionarios corruptos y deshonestos, que se han puesto al servicio de fraudes individuales y grupos organizados de estafadores.

El robo “legalizado” de las propiedades de las familias cristianas está estrechamente relacionado con el éxodo masivo de cristianos iraquíes, tras la intervención militar liderada por Estados Unidos para derrocar al régimen de Saddam Hussein. Los estafadores se apropian de viviendas y bienes que se han quedado vacías, contando con la fácil predicción de que ninguno de los propietarios volverá para reclamar la propiedad.

Algunos parlamentarios y asociaciones cristianas llevan mucho tiempo, realizando llamamientos a las instituciones administrativas locales, pidiendo que se ponga fin al fenómeno de las certificaciones falsas sobre las que se sostiene este tipo de estafas.

Muqtada al-Sad es el líder del Movimiento Sadrista, el partido al que pertenecen por lo menos treinta legisladores iraquíes. Es también el fundador del Ejército del Mahdi, la milicia chií - disuelta oficialmente en 2008 - creada en 2003 para luchar contra las fuerzas extranjeras presentes en Iraq después de la caída de Saddam Hussein.