La Navidad es una de las celebraciones populares más difundidas en el mundo, sin embargo no es vista con buenos ojos en todas partes.
En algunos países las celebraciones navideñas están reguladas o directamente prohibidas.
En otros lugares existen limitaciones referidas a la compra y venta de ciertos productos e incluso las reuniones familiares para celebrar.
El más reciente país en sumarse a la lista de los que prohiben el festejo es Tayikistán, en Asia Central, que este martes anunció que este año se endurecerán las restricciones para la celebración de la Navidad.
[Lo explica ReL con detalle aquí]
En países asiáticos con mayoría musulmana existen regulaciones diferentes sobre la celebración pública de la Navidad. Tayikistán, que tiene frontera con Afganistán al sur, con China al este, con Kirguistán al norte y con Uzbekistán al oeste, prohibió las siguientes tradiciones navideñas:
-Árboles de Navidad (naturales o artificiales)
-Fuegos artificiales
-Comidas navideñas
-Intercambio de regalos
-Recaudaciones de dinero
-Disfraces de Papá Noel o de su versión rusa "Abuelo Frío"
[La BBC no detalla que se refiere a limitaciones en escuelas y en instalaciones del Estado y sí se permite el árbol de navidad si se ilumina o adorna en Año Nuevo -no en la Navidad católica ni ortodoxa. Nota de ReL]
La religión musulmana es mayoritaria en ese país y no ha dejado de crecer desde que en 1991 se desprendiera de la extinta Unión Soviética.
En Brunéi, en el sudeste asiático, se prohibió el uso público de gorros de Papá Noel y otro tipo de indumentaria relacionada.
Las personas no musulmanas en Brunéi están autorizadas a celebrar la Navidad pero con la condición de no hacerlo en público.
El Islam es la religión oficial del país y el sultán es el jefe religioso de este reino fronterizo con Malasia.
[El diario El Mundo da más datos: Brunei ha vuelto a prohibir, por segundo año consecutivo, la Navidad. La prohibición afecta a los musulmanes, con penas de hasta cinco años de cárcel y 20.000 dólares de multa. No está permitido exhibir símbolos cristianos, velas, árboles navideños, cantar villancicos o enviar felicitaciones.
En cambio, los cristianos, que suponen cerca del 9 por ciento del medio millón de súbditos de Brunei, pueden celebrar la natividad de Jesucristo si lo hacen en privado. Como curiosidad, los hoteles de la Dorchester Collection, propiedad del sultán y repartidos por Europa y Estados Unidos, sí están decorados con las luces y colores de la Navidad.
La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) ha criticado al sultán de Brunei, Hassanal Bolkiah, por esta prohibición. "¿Por qué teme el dictador absoluto de Brunei a Santa Claus?", escribió en su cuenta de Twitter Phil Roberston, subdirector de HRW para Asia. "La prohibición de la Navidad (a los musulmanes) en Brunei es una violación flagrante de la libertad de religión y conciencia que no tiene justificación", añadió Robertson.]
Como cada año, Arabia Saudita emitió una reglamentación anual que prohíbe "signos visibles" de la celebración de la Navidad.
Los musulmanes y visitantes no pueden ser parte de la celebración pues está determinado que todos deben regirse por el calendario lunar y no por el gregoriano.
En Arabia también están prohibidas celebraciones como San Valentín o Halloween.
En 2012, 41 cristianos fueron detenidos por la policía religiosa árabe acusados por "conspirar para celebrar la Navidad".
Mientras tanto China, que convive entre su apertura al capitalismo de mercado y la celosa protección de sus tradiciones, tiene zonas donde las festividades navideñas siguen vetadas.
Una de las ciudades donde la celebración está prohibida es Wenzhou (China oriental), cuyo ayuntamiento prohibió a todas las escuelas y centros públicos cualquier actividad relacionada a la Navidad.
La Navidad es una celebración que se vive con moderación en Irak y Siria, donde han aumentado los ataques a centros de culto cristianos desde que recrudeció la guerra civil en esa región.
La iniciativa #NavidadEntreRefugiados busca transmitir saludos navideños a los cristianos refugiados en la zona, según informó la agencia de noticias católicas Aci Prensa.
Un grupo de voluntarios se trasladó hasta Irak para compartir la celebración con los cristianos que habitan los campos de refugiados.