Una mujer musulmana bendijo a su propio hijo, diácono católico, sobre el altar donde poco antes había sido ordenado sacerdote. El episodio ocurrió el pasado sábado en la capilla del seminario mayor de Maumere, en la isla de Flores, en Indonesia. Once diáconos, pertenecientes a la orden de los verbitas (Congregación del Verbo Divino), fueron ordenados en presencia de Vincensius Poto Kota Pr, arzobispo de Ende.

Siti Asiyah, vistiendo atuendos islámicos (incluso el hijab), se puso al lado de su hijo, Robertus B. Asiyanto, apodado "Yanto", y puso las manos sobre su cabeza, frente a la mirada del padre adoptivo, que seguía la escena desde la primera fila, junto al resto de la familia.

"Estoy verdaderamente feliz de ver a mi hijo ordenado sacerdote católico", dijo la mujer al finalizar la celebración.

En la isla de Flores, que es parte de la provincia de Nusa Taggara Oriental, se registra la tasa de concentración de católicos más alta del país, conformando la mayoría de la población en la isla. Por este motivo, es raro que una familia musulmana acepte de buen grado la conversión de un hijo al catolicismo, evento que ocurre muy de vez en cuando.

En Java Central, mayormente musulmana, por el contrario, son muchos los religiosos y religiosas convertidos que provienen de familias islámicas, y allí la cuestión no es vista como algo excepcional.

En el sur de Sumatra es famoso el caso de dos hermanas gemelas que tomaron dos caminos diferentes: una es una devota musulmana, y ha participado en la última peregrinación (hajj) a la Meca; la otra se hizo católica y ha entrado a formar parte de las Hijas de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (Pbhk) de Merauke, en la isla de Papúa. Ambas son felices y tienen buenos vínculos familiares.