El 5 de agosto de 2015 la ciudad siria de Al Qaryatayn cayó en manos del Estado Islámico. Los intentos de reconquistarla por parte del ejército sirio fracasaron y en septiembre los terroristas islamistas impusieron un impuesto de jizya sobre las familias cristianas, explicándoles además las nuevas reglas a las que estarían sometidas (excepto aquellas, por supuesto, que se hicieran musulmanas).
Ese mes de septiembre Estado Islámico difundió fotos del encuentro con los padres de familia cristianos de la ciudad al exponerles las reglas de la jizya.
Ahora en octubre, Estado Islámico difunde un vídeo propagandístico con la misma escena y el título "Combatidles hasta que paguen la jizya con sumisión voluntaria”, una sura del Corán referida al impuesto que judíos y cristianos deben pagar en sociedades islámicas (a otras minorías como los yazidíes ni esa opción s eles permite).
El objetivo es animar a más cristianos a rendirse, pagar tributo y someterse a su nuevo orden, y mostrarse ante muchos musulmanes como una opción a la vez firme y ordenada, con reglas claras inspiradas en el Islam del siglo VII, algo que en el caos de bandas y tribus saqueadoras que cambian de facción en Siria e Irak puede sonar como un mal menor a algunos. Para Estado Islámico es muy importante mantenerse financieramente fuerte con estos impuestos.
Un portavoz proclama al final del vídeo: "Este es un mensaje a todos los cristianos del Este y del Oeste, y a América, la defensora de la cruz. Convertíos al Islam y no sufriréis ningún daño. Pero si os negáis, tendréis que pagar el impuesto de la jizya. Como nuestro jeque Al-´Adnani dijo: el pago de la jizya es mil veces menos que la inversión cristiana en una guerra fútil contra el Estado Islámico".
El vídeo propagandista de Isis subtitulado en inglés en YouTube
Los cristianos bajo dominio de Estado Islámico en la ciudad tuvieron que firmar este compromiso de 11 puntos:
1. Los cristianos no podrán construir iglesias, monasterios o ermitas en la ciudad ni sus alrededores.
2. No pueden mostrar la cruz ni sus libros en las calles ni mercados de musulmanes; no pueden usar megafonía en sus oraciones ni culto.
3. No pueden hacer que los musulmanes oigan el recitado de libros cristianos ni el sonido de las campanas de las iglesias, que deben oírse sólo dentro de los templos.
4. No pueden llevar a cabo ningún acto de agresión contra Estado Islámico, como dar refugio a fugitivos ni espías. Si saben de alguna trama contra EI deben informar de ella.
5. No pueden realizar rituales religiosos en público.
6. Deben respetar a los musulmanes y no criticar su religión.
7. Los cristianos ricos deberán pagar una jizya anual de 4 dinares de oro; los de clase media pagarán dos dinares de oro; los pobres pagarán uno. Los cristianos han de declarar sus ingresos y pueden pagar su jizya en dos plazos.
8. No pueden tener armas de fuego.
9. No pueden involucrarse en actividades comerciales prohibidas, las que implican el alcohol y el cerdo, en trato con musulmanes o mercados musulmanes. No pueden beber alcohol en público.
10. Deben mantener sus propios cementerios.
11. Deben guiarse según el código de vestimenta y de comercio de Estado Islámico.
Entre los presentes en la sala las agencias cristianas han señalado al Padre Jacques Murad, secuestrado en el monasterio de Mar Elián el pasado 21 de mayo, lo que demostraría que al menos en agosto seguiría vivo. Los yihadistas destruyeron Mar Elián en agosto.
La agencia Fides puntualiza que la jizya era el pago obligado a todos los cristianos y judíos en territorios islámicos hasta el siglo XIX. Los estados islámicos permitían a cambio cierta libertad de culto (pero no de religión) y no pedían a los cristianos participar en el servicio militar ni pagar el impuesto religioso zakat.
(Es posible ayudar a los cristianos de Siria e Irak con Ayuda a la Iglesia Necesitada)