En un blog en Christianity Today, el director del centro de estudios estadísticos LifeWay Research, Ed Stetzer, calcula que unas 400 personas con responsabilidad en las iglesias - entre ellos pastores, ancianos, diáconos y otros - podrían renunciar este próximo domingo tras aparecer sus nombres en la lista de usuarios de Ashley Madison, cuyo hackeo ha dejado al descubierto unas 37 millones de cuentas en todo el mundo.
Stetzer dice que el número se basa en “conversaciones con líderes de varias denominaciones en los EE.UU. y Canadá”, y agrega: “Para ser honesto, el número de pastores y líderes de la iglesia en Ashley Madison es mucho menor que el número de aquellos que buscan tener una aventura”.
Entre los casos de personas evangélicas de relevancia que usaban la página para buscar una relación fuera del matrimonio se encuentra Josh Duggar, estrella de televisión conocido por su fe, y el blogger cristiano Sam Rader, con miles de seguidores.
Ante la situación, muchos pastores están escribiendo estos días con respecto al adulterio, el divorcio, la restauración o la disciplina en la iglesia.
El famoso líder evangélico Franklin Graham escribía un post en Facebook donde mostraba su preocupación, no sólo por la revelación de las infidelidades, sino por sus consecuencias. “Trágicamente, algunos se han suicidado por la vergüenza y la vergüenza de su pecado al ser hecho público”, escribió Graham. “El efecto dominó de esta exposición ha sido multifacética [sic], incluyendo fraudes y extorsiones de clientes desesperados para detener la exposición de su infidelidad. Si usted está viviendo con miedo a causa de sus pecados, quiero que sepa que sus pecados pueden ser perdonados”, continuó Graham.
Thomas Rainer, presidente de LifeWay Research, vinculado a los Bautistas del sur, escribió que “el adulterio no es nuevo en el mundo cristiano”, y sugirió varias "formas en la que tanto los líderes de la iglesia como los miembros pueden hacer frente al escándalo”.
Los pastores “deben acompañar” a aquellos que reconozcan el adulterio y “abordarlo con gracia”.
“Ser lleno de gracia no significa que minimizamos los pecados de adulterio, la mentira y la traición”, escribió. “Pero es muy triste y trágico cuando los cristianos en la lista tienen que tener miedo y menos esperanza que los no creyentes en la lista. Me temo que algunos cristianos tomarán una actitud legalista y de juicio, cuando la gracia debe ser lo que reine”. El objetivo del ministerio a aquellos que han cometido adulterio es “la restauración del cuerpo de la iglesia”, agregó Rainer, reconociendo la disciplina de la iglesia como un camino potencial para la restauración.
“Se tardará meses, incluso años” para curar estas heridas. “Los pastores y otros líderes de la iglesia debe estar preparados para hacer frente a esto a largo plazo”, expresó.
Por su parte Ed Stetzer escribió un artículo para aquellos que han cometido adulterio. “Lo primero”, dice Stetzer, es “no quitarse la vida”. “No importa lo grande que sea la ofensa, el suicidio no es la manera de enfrentar el fracaso”.
En los últimos días se han registrado varios casos de suicidio de personas cuyo nombre aparecía en la lista de Ashley Madison. Para Stetzer es importante que “se reconozca el daño” y se proceda a la confesión “a Dios, a su pareja, a alguna persona de confianza más, y en el caso de los pastores, “a la iglesia”.
“Si usted ha cometido adulterio, ahora está descalificado para el ministerio”, escribió a los pastores. “Si usted estaba inscrito para Ashley Madison (o cualquier sitio similar), pero nunca tuvo una relación física, aún así debe confesar (…) Si su iglesia considera que este registro lo descalifica para el ministerio, o al menos requiere un largo descanso para asesoramiento (que yo recomiendo), confíe en Dios, y ame a su iglesia”, escribió Stetzer.
Stetzer concluyó recordando que el cuidado de Dios se extiende incluso a los pastores que cometen adulterio.
“Tú has causado dolor, sufrirás dolor, pero Dios sigue siendo el Gran Médico”, escribió Stetzer. “Él puede sanar su alma y las almas de los que te rodean. Puede que te sientas desesperado, pero no se desesperes” continuó Stetzer. “Llora por lo ocurrido pero mira a Dios y confiesa. El mismo poder que resucitó a Jesús de entre los muertos te puede restaurar. Y lo hará”.