“Boko Haram todavía es capaz de golpear y por desgracia también de dejar muchas víctimas tras de sí, pero a diferencia de hace unos meses, ya no controla ciudades y pueblos”, dice a la Agencia Fides el padre Patrick Tor Alumuku, Director de Comunicaciones Sociales de la Archidiócesis de Abuja, en Nigeria.
La secta yihadista ha atacado recientemente en el norte de Nigeria, donde 43 personas han sido asesinadas la semana pasada en los ataques a cuatro aldeas.
También ha atacado en Camerún (11 muertos en un ataque el 12 de julio) y en Chad (15 víctimas en una explosión en la capital N ´Djamena el 14 de julio).
Estos países, junto con Nigeria han formado una coalición militar que ha permitido recuperar los territorios controlados por Boko Haram.
“El presidente Muhammadu Buhari lo ha dicho claramente hace unos días en la televisión, afirmando que Boko Haram está bajo fuerte presión militar y está reaccionando para demostrar que aún es capaz de hacer daño”, dice el padre Alumuku.
La política puesta en marcha por Buhari, que recientemente ha sustituido a todos los líderes militares y de inteligencia por nuevos responsables, es compartida por gran parte de la población.
“Según una encuesta publicada ayer, el 70% de los nigerianos comparte la política del nuevo presidente para hacer frente a la amenaza de Boko Haram”, dice el sacerdote.
“Boko Haram ya no es lo que era, ya no es capaz de ocupar áreas enteras. Sus hombres se esconden en el bosque en el norte de Nigeria, o se han trasladado a los estados vecinos, como lo demuestran los recientes ataques en Camerún, Chad y Níger”, continua el padre Alumuku.
Al comentar la noticia, publicada por un periódico de Nigeria, según la cual un experto británico ha afirmado que en las filas de Boko Haram están presentes varios cristianos, reclutados como mercenarios, el sacerdote dice: “Es la primera vez que escucho una historia como esa. Parece absurdo, pero en este mundo todo es posible. Pero, repito que me parece algo bastante absurdo”.