Una de las religiones más pequeñas y antiguas de la humanidad está experimentando un resurgimiento.
Desde el Kurdistán iraquí y sirio, en medio de las balas y con el temor de la persecución de extremistas acechando a sus seguidores, el zoroastrismo se empieza a fortalecer.
Por primera vez en más de mil años, a la región vuelven los ritos zoroastras y se abren templos para quienes predican este credo. Habitantes de la localidad de Sulaymaniyah realizaron el pasado 1 de mayo una ceremonia multitudinaria, en la que los nuevos seguidores del zoroastrismo se pusieron un cinturón que simboliza su iniciación para servir a Ahura Mazda, considerado el creador, el principio y el fin de todo.
Esta religión fue fundada por el profeta Zaratustra, quien vivió en la región kurda de Irán hace aproximadamente 2.700 años. “El zoroastrismo tuvo su esplendor durante el primer imperio persa (550 a. C. - 331 a. C), y tuvo importancia durante varios siglos, pero con el surgimiento del Islam y con las invasiones árabes a Persia en el siglo VI, inicia un declive acelerado para dicha religión”, explicó a EL COLOMBIANO Marcos Peckel, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado y director de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia.
“El 98 por ciento de los zoroastras se hicieron musulmanes cuando se expande el Islam por Oriente Medio. Hasta ese momento, las principales religiones eran el cristianismo en el Imperio Bizantino, y el zoroastrismo en el segundo Imperio Persa de los sasánidas. ¿Por qué ocurrió esto fácilmente?, porque ambas religiones tienen similitudes al ser monoteístas. Incluso, el profeta Zaratustra es reconocido por los musulmanes”, afirmó, por su parte, el Imam Julián Zapata, cofundador del Centro Cultural Islámico.
Siglos después, algunos kurdos buscan identidad en ella, en medio de una hostilidad que parece no acabar en cualquier lugar cercano al que miren. Pero tienen argumentos. Por ejemplo, el libro sagrado del zoroastrismo, el Avesta, fue escrito en lengua avéstica, precursora del idioma kurdo.
“Esta religión recuperará la cultura y creencias verdaderas del Kurdistán. Se trata de una revolución cultural, que le está dando a la gente nuevas formas de estar en paz, y de explorar el amor y la armonía”, dijo Luqman al-Haj Karim, alto representante de Zand, organización zoroástrica mundial.
Los seguidores de esta religión prevén construir más de 12 templos solo en el Kurdistán iraquí, y realizar cada vez más ceremonias de iniciación con el fin de captar cada vez más kurdos al zoroastrismo.
El paso siguiente, según informan, es pedir que la región autónoma reconozca este credo como oficial, y expandirse al lado sirio mientras tanto.
El portavoz del Ministerio kurdo para Asuntos Religiosos, Mariwan Naqshbandi, dijo al portal The Daily Beast que las tensiones islámicas existentes en Siria e Irak son un caldo de cultivo perfecto para fortalecer otras creencias: “Los kurdos ya no saben cuál es la secta del Islam que deben seguir. El zoroastrismo es por tanto un síntoma de esos desacuerdos y esa inestabilidad religiosa en la región. La gente ve ese credo mucho más realista y moderado, frente a la barbaridad del Estado Islámico”.
Para los expertos consultados, los kurdos tienen un válido argumento al asegurar que esta religión forma parte de su identidad como tribu.
“El zoroastrismo tiene un origen indoario, y además de otros pueblos, el kurdo tiene esa misma procedencia. Por tanto, tienen legitimidad estas afirmaciones”, aseguró Zapata.
“Una buena parte del Kurdistán está en Irán, donde surgió esta religión. Las fronteras que existen hoy eran impensadas antes. Por tanto, es muy probable que esto sea una verdad”, concluyó Pecke.
El zoroastrismo es una de las primeras religiones monoteístas del mundo, aunque tenía dioses menores. Ahura Mazda asume las cualidades de divinidad suprema. Representa un intento de unificación, bajo la adoración de un dios supremo, de las religiones politeístas comunes en esos tiempos. Por otra parte, el zoroastrismo ejerció influencia en otras religiones como el judaísmo, el cristianismo y el Islam, algo en lo que coincidieron Peckel y Zapata. Zaratustra predicaba un dualismo basado en la batalla entre el Bien (Ahura Mazda) y el Mal (Angra Mainyu), la vida y la muerte. Estos espíritus coexisten en cada ser vivo.