En 1964 San Pablo VI se convirtió en el primer Romano Pontífice en visitar Tierra Santa, el país de Jesús. Diez años después, publicó "Nobis in Ánimo", una exhortación apostólica, el documento papal que reforzó la colecta de Viernes Santo para Tierra Santa. Esta colecta ya se hacía desde tiempos anteriores (ya en el s.XVII los Papas pedían una ayuda estable para los cristianos de los Santos Lugares) pero la exhortación apostólica la reforzaba con un documento de rango superior.

Este 25 de marzo Nobis in Animo cumple 50 años. Asombra comprobar que en medio siglo muchas de las cosas que apuntaba Pablo VI aún mantienen su vigencia:

Estas son 6 citas de plena actualidad en el documento de 1974:

1- «Esta tierra bendita se ha convertido, pues, en cierto modo en patrimonio espiritual de los cristianos de todo el mundo, que anhelan poder visitarla, en piadosa peregrinación, al menos una vez durante su vida, para satisfacer su devoción y expresar su amor a Dios que se hizo Niño en Belén, al divino Adolescente y Obrero en Nazaret, al divino Maestro y Taumaturgo en toda la región, al divino Crucificado en el Calvario, al Redentor Resucitado de la tumba encontrada en el ‘Templo de los Resurrección'».

2- «Pero esa es también la tierra en la que, junto a los santuarios y los lugares santos, existe y opera una Iglesia viva, una comunidad de creyentes en Cristo. Es una comunidad que, a lo largo de la historia, ha atravesado innumerables pruebas y ha estado sujeta a dolorosas vicisitudes: las divisiones internas, las persecuciones exteriores y, desde hace algún tiempo, la emigración la han hecho débil, ya no autosuficiente y, por tanto, necesitada de nuestra comprensión y nuestra ayuda moral y material».

3- «Si su presencia desapareciera, el calor del testimonio vivo se extinguiría en los santuarios, y los santos lugares cristianos de Jerusalén y Tierra Santa se convertirían en museos».

4-«Es cierto que el cristianismo es una religión universal, no ligada a ningún país y que sus seguidores ‘adoran al Padre en espíritu y en verdad’ pero también se basa en una revelación histórica. Junto a la ‘historia de la salvación’ hay una ‘geografía de la salvación’. Por tanto, los lugares santos tienen el gran mérito de ofrecer un apoyo inquebrantable a la fe, permitiendo al cristiano entrar en contacto directo con el entorno, en el que ‘el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros’.

5 «Para que esa comunidad cristiana bimilenaria en su origen y permanencia en Palestina sobreviva y consolide su presencia de manera activa y eficaz, también al servicio de las demás comunidades con las que debe convivir, es necesario que los cristianos de todo el mundo se muestren generosos, haciendo fluir hacia la Iglesia de Jerusalén la caridad de sus oraciones, el calor de su comprensión y el signo tangible de su solidaridad».

6-«En todas las iglesias y en todos los oratorios, pertenecientes tanto al clero diocesano como al religioso, una vez al año -el Viernes Santo o cualquier otro día que designe el Ordinario del lugar-, junto con las oraciones particulares por nuestros hermanos de la Iglesia de la Tierra Santa, que se recoja una colecta igualmente destinada a ellos. Se advierte a los fieles, con mucha antelación, que esta colecta será donada para el mantenimiento no sólo de los Santos Lugares, sino sobre todo de las obras pastorales, asistenciales, educativas y sociales que la Iglesia apoya en Tierra Santa en beneficio de de sus hermanos cristianos y de las poblaciones locales».

Así, en 2024 la Colecta de Viernes Santo mantiene 80 santuarios en lugares santos, pero también brinda ayuda para obras sociales y actividades escolares y alimenta la a las comunidades cristianas de Tierra Santa.

Vídeo de 2 minutos con imágenes de Tierra Santa y del viaje de Pablo VI:

¿A qué se destina la colecta de Viernes Santo?

La colecta por Tierra Santa que se realiza en Viernes Santo aporta ayudas a proyectos de los cristianos de Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak.

El 65% de lo recaudado va a la Custodia Franciscana de Tierra Santa, que trabaja directamente en esos países.

Otro 35% va al Dicasterio vaticano de las Iglesias Orientales, que lo usa para sostener el clero, formación cultural, estudios académicos y apoyar diversas diócesis de Oriente Medio (por lo general frágiles y pobres, y de ritos orientales).

En 2023 el Dicasterio de Iglesias Orientales recibió de la Colecta por Tierra Santa casi 6,6 millones de euros

Lo recaudado en la Colecta por Tierra Santa se destina a:

– gastos fijos de personal en las obras de la Custodia,
– conservar y poner en valor los Santos Lugares, los santuarios y sus zonas arqueológicas,
– reparar y atender edificios, parroquias, santuarios,
– la liturgia de los Santos Lugares,
– la asistencia a peregrinos,
– obras sociales y de caridad en Jerusalén, Israel y Palestina, pero también en Líbano, Siria, Egipto, Jordania, Rodas y formación de frailes novicios en Italia. Esas obras incluyen escuelas, hospitales, talleres, espacios para refugiados y desplazados, trabajo con discapacitados pobres, etc...

Todo esto es posible con la generosidad de los fieles en la Colecta por Tierra Santa, o con donativos a través de Custodia.org.