El cardenal Timothy Dolan, como arzobispo de Nueva York, tiene un acceso a los poderosos en Estados Unidos (que es la mayor potencia mundial) que no tienen los Patriarcas y obispos cristianos de Oriente y África, cuyas iglesias sufren persecución y muerte en Irak, Siria, Nigeria o Libia.
El pasado 7 de mayo Dolan pronunció una conferencia que resonó en la prensa norteamericana titulada “La limpieza religiosa de Estado Islámico y la urgencia de una respuesta estratégica”.
Pese a los bombardeos de fuerzas internacionales contra los territorios de Estado Islámico en Siria e Irak, este grupo sigue ocupando enormes extensiones de terreno, con la gran ciudad de Mosul (la segunda más más de Irak) como su centro. Dolan pide a los cristianos de Occidente que presionen a sus gobiernos e instituciones para acabar con esa estructura criminal y ayudar a los cristianos perseguidos.
Defender a los cristianos, dijo “no es una aficion ‘chic’; hablamos de vida o muerte, hablamos de la supervivencia de comunidades cristianas antiguas, inocentes, amadas y llenas de amor”, insistió.
Su propuesta desde Estados Unidos para crear un estado de opinión que mueve a los políticos y a los países a luchar por esta causa se centró en 7 puntos.
1- Conciencia de urgencia. Los americanos (y vale para todos los occidentales) deben tener la “sensación de que hay urgencia”: el tema no puede eternizarse ni aplazarse.
2- Nunca hay que pedir disculpas por plantear este tema y mantenerlo vivo. “Necesitamos darle una publicidad constante y acelerada. Hablamos de cristianos decapitados, martirizados, amenazados y acosados en todo el mundo”, especificó el cardenal.
3- El problema tiene nombre: “terrorismo islamista cristianofóbico”. El cardenal insiste en que “no deberíamos tener miedo de etiquetarlo como lo que es. Terrorismo islamista cristianofóbica, radical”.
4- Hay que apoyar a los musulmanes moderados. “Tenemos que respaldar a las voces moderadas musulmanas genuinas, y celebrar cuando están dispuestas a alzar su voz. Tenemos que crear un espacio para ellas”.
5- Abogar ante los gobiernos: occidentales y orientales. “Tenemos que abogar a favor de los cristianos perseguidos ante nuestro gobierno, pero también ante los gobiernos de las naciones donde esta cristianofobia tiene lugar. Este tarea es más eficaz cuando la realizan líderes corporativos con negocios en los países donde los cristianos se encuentran bajo ataque, especificó.
6- Trabajo interreligioso. El cardenal añadió: “hay líderes judíos que me miran a los ojos y me dicen: ¿por qué los cristianos estáis tan inactivos en esto? Hacednos caso, no se irá solo. Debéis hablar constantemente del tema… o empeorará.”
7- Oración y ayuda humanitaria: “No debemos abordar este tema como un tema sólo sociológico, político, histórico o cultural. Nunca debemos olvidar la óptica de la fe. Nunca hemos de infravalorar el poder de la oración, nunca debemos olvidar mencionar en cada misa el sufrimiento de los cristianos por el mundo, nunca hay que dejar de mencionar las palabras de Tertuliano: que la sangre de mártires es semilla de cristianos…” Y junto a la oración pidió también apoyar a los cristianos perseguidos a través de entidades como Ayuda a la Iglesia Necesitada (en España, www.ain-es.org).