Ellas son las primeras santas de Tierra Santa de lengua árabe.
Ambas religiosas vivieron en una época anterior a la división entre Palestina e Israel y no conocieron los conflictos que después surgieron.
Por eso muchos las ven como signo de paz para Tierra Santa y para el Medio Oriente.
En la carta pastoral escrita para la ocasión por el Patriarca latino de Jerusalén, monseñor Fuad Twal, dijo que “la noticia de la canonización de estas dos religiosas desciende como un rocío celestial sobre nuestra tierra sedienta de amor y de justicia y diezmada por la violencia. Hemos esperado por largo tiempo el anuncio de esta doble canonización, que nos dona confianza y esperanza en Cristo. El Señor quiere confortar a nuestros países llenos de conflictos y guerras y nuestras poblaciones que sufren por las continuas injusticias".
Mariam Bawardi nació en una familia griego-católica y ya grande entró en la orden carmelita. Vivió en Francia y fundó monasterios en India y en Belén. Habría querido fundar también en Nazaret, pero murió a la edad de 35 años.
Durante su vida, recibió la gracia de las estigmas. Mística, tuvo también muchas visiones en las cuales se entretenía con Jesús. Su proceso de canonización se inició en 1927. Fue beatificada por Juan Pablo II en 1983.
La madre María Alfonsina entró a la edad de 15 años en la congregación de San José de la Aparición y luego fundó la orden del Santo Rosario, muy presente en Medio Oriente en el trabajo pastoral; la asistencia a los niños, ancianos y jóvenes, al servicio de los pobres, pero también activa en la lucha contra la pobreza moral. De ella se dice que haya vivido una fecunda maternidad espiritual, sobre todo hacia las mujeres árabes. Fue beatificada en el año 2009 por el Papa Benedicto XVI.
Mariam Bawardi y la madre María Alfonsina Ghattas
Los milagros que dieron el sí a la proclamación de la santidad de ellas sucedieron en tiempos muy recientes.
El de la madre María Alfonsina sucedió justo el día de su beatificación, un hombre de Kfar Kana (Caná de Galilea), el señor Emile Mounir Salim Elías, experto geómetra, estaba trabajando en Bayt Dajan, cerca de Holon (Jafa) y fue golpeado por una descarga eléctrica de 30-49 mil voltios. Por 2 días estuvo en coma, con el corazón que no daba señas de vida. Sus parientes se confiaron en María Alfonsina y el señor Elías se despertó vivo.
El de Mariam Bawardi, se refiere a la curación de un niño siciliano, Emanuel Lo Zito, que sufría de una insuficiencia cardíaca congénita. Después de una operación quirúrgica, que los médicos hasta consideraban inútil, el niño se curó en modo prodigioso. Sus padres lo confiaron a Mariam Bawardi, cuya santidad ellos conocieron durante un viaje a Tierra Santa.
Niños cristianos de Tierra Santa celebran la figura
de la ya pronto canonizada Mariam Bawardi
En la ceremonia en San Pedro estará presente el presidente de la Autoridad palestina, Mahmoud Abbas. Hasta ahora no está claro si el Estado de Israel enviará a su representante.
Para el vicario patriarcal de Jerusalén, mons William Shomali es importante mostrar que estas dos nuevas santas tienen un significado que va más allá de los confines de la Iglesia católica.
En una conferencia de prensa dijo: “Creo que no sólo los cristianos, sino también los musulmanes y los hebreos pueden estar felices porque estas 2 personas de nuestro país han alcanzado el más alto grado de virtud, de sabiduría espiritual y de experiencia mística de Dios. Las santas vivieron en Palestina antes de la división. No conocieron el conflicto árabe-israelí. Estoy seguro que ellas desde el cielo siguen nuestra situación y continúan intercediendo por la paz y la reconciliación en Tierra Santa. Se debe notar que ambas se llaman María, Miriam. Esto es extraordinario: este nombre es común entre los hebreos, cristianos y musulmanes. Esperemos que puedan convertirse en un puente para unirnos a todos”.