En enero de 2006 Uma Krishnan era una mujer de religión hindú que vivía en Singapur con su marido, Kumar, y su hijo, Karthi.
Experimentó un sueño especial: soñó con una "señora muy humilde", rodeada de velas.
Uma y Kumar eran hindúes devotos, conocían bastante el panteón hindú... y Uma entendió enseguida que la mujer rodeada de velas, que parecía tener algo sobrenatural en ella, no era una diosa hindú.
Aunque casi no sabían nada del cristianismo, sospecharon que podía ser la Madre de Jesús.
Ella no dio más atención al sueño. Unos meses más tarde ese mismo año la familia se mudó a Estados Unidos, por razones laborales.
Allí, en abril de 2008, Uma comenzó a tener más sueños de la Virgen María.
Una noche soñó que estaba caminando en una iglesia desconocida, y que a la derecha, en una habitacioncita, había una imagen de la Virgen María con velas rojas.
Otra noche, soñando con la misma habitación, vio una gran cruz hecha de hojas de palma.
Otra noche, soñó que iba en un barco. A su derecha había una mujer con el cabello negro oscuro y a su izquierda, una señora con un pañuelo azul y con una Biblia. La mujer de azul mostró a Uma unos versos para que los leyera con el objetivo de hacer desaparecer sus preocupaciones. En su sueño, Uma leía los versículos de la Biblia y las dos mujeres desaparecían.
Uma habló de sus sueños con su marido. El matrimonio hindú decidió visitar una iglesia para aprender algo más... ¿qué significaban esas imágenes?
Kumar escribió en Google la palabra "church" [iglesia] y entró en la primera dirección que era "Saint Mary Church Fairfax".
La introdujo en su dispositivo GPS y así llegaron en coche a Santa María de los Dolores en Fairfax, Virginia. (Su web es stmaryofsorrows.org).
Uma quedó asombrada nada más llegar y contemplar el templo: ¡se parecía mucho a la iglesia con la que había soñado la primera noche!
Cuando entraron, ella se giró a la derecha y vio una pequeña capilla con velas rojas, una imagen de la Virgen de María, y una cruz. ¡Era igual que en sus sueños!
Uma comenzó a llorar.
"Fue un momento muy conmovedor", declaró su marido Kumar al contar el testimonio tres años después al Arlington Catholic Herald.
"Nosotros no eramos cristianos y no sabíamos que se debía hacer en un lugar como aquel para adorar. Éramos hindúes y no sabíamos exactamente cómo orar, pero Uma simplemente se sentó y dijo: "Gracias. Gracias por todas estas visiones y gracias por traernos aquí. No sabemos qué hacer. Guíanos. Muéstranos lo que hay que hacer ".
Después aquella visita, el matrimonio hindú no volvió a la parroquia, sino que acudió a orar a un templo hindú.
Una noche, Uma volvió a soñar. La estatua de la Virgen María, en la pared exterior de la iglesia, extendía los brazos. De detrás de la imagen llegaba una luz brillante. En la mente de Uma, la estatua parecía decir: "Vuelve a mí".
Esa misma mañana, miércoles, el matrimonio hindú acudió de nuevo a la parroquia de Santa María de los Dolores.
Entraron en la sala principal... y se encontraron un grupo de personas que estaban cantando canciones a Dios y alabándole en voz alta. Era un grupo de la Renovación Carismática Católica.
Se quedaron con ellos, participaron en la oración como pudieron, y al final de la oración, en el momento de contar testimonios de la acción de Dios en la vida cotidiana, asombraron a todos los asistentes contando su historia, cómo soñaban con la Virgen que parecía atraerlos a la parroquia pese a ser hindúes y no saber nada del cristianismo.
A partir de ese miércoles, Uma y Kumar empezaron a asistir a Misa y a la oración carismática del grupo cada semana.
La situación espiritual de la pareja entonces empezó a complicarse. Por un lado, Uma pasó a tener extrañas pesadillas. Durante el día, sola en casa, escuchaba sonidos de risas, respiraciones pesadas o pasos. A veces percibía una presión en el cuello y tenía problemas para respirar. Le daba miedo quedarse sola.
El matrimonio decidió que la esposa no se quedaría sola en casa, sino que pasaría las mañanas en la iglesia. Hablaron con el padre Stefan Starzynski, vicario parroquial de Santa María de los Dolores.
Para el padre Starzynski estaba claro que había potencias malignas molestas por el acercamiento del matrimonio a lo católico. "Nos dijo que no nos preocupáramos y que haríamos bien si encaminábamos nuestra fe hacia el único Dios verdadero", recuerdan ellos.
"El matrimonio hindú venía al grupo de oración, a las misas de curación y a rezar el rosario todos los días, así que creí que algo estaba tratando de impedir que se introdujesen en la fe plena", afirma el padre Starzynski.
Kumar y Uma decidieron deshacerse de sus objetos de espiritualidad hindú y optar plenamente por la fe católica.
La parroquia dedicó durante un año a un equipo de cuatro feligreses a enseñar a la pareja una versión condensada del programa de iniciación católica para adultos. Recibían estas enseñanzas cada sábado y profundizaban en la Biblia.
"Yo viví la situación como si la Virgen María nos llamara a hacernos reponsables del matrimonio", explicó el padre Starzynski al Arlington Catholic Herald.
Uma, Kumar y el padre Stefan
Se bautizaron el 12 de septiembre de ese año, los dos padres y su hijo Karthi: recibieron bautismo, confirmación, comunión y matrimonio cristiano.
Sólo tenían 400 dólares para gastar en un vestido de boda para Uma, pero su hijo encontró uno perfecto por 399 dólares, como si fuese un guiño divino. Un fotógrafo de la parroquia hizo gratis las fotos para ellos.
Antes del bautismo y el día de la boda, Uma tuvo otro sueño. Esta vez María estaba fuera de la histórica Iglesia de Santa María de los Dolores, con una gran sonrisa en su rostro y con dos anillos de matrimonio y tres rosarios de los colores rojo, naranja y amarillo.
La pareja decidió utilizar esos colores en el ramo de Uma, y en el pastel de la boda, todo donado por fieles de la parroquia.
"Dios había planeado y previsto este matrimonio para nosotros. Él planeó todo tan bien y se ocupó de todo, hasta de las fotografías. Estamos muy contentos y agradecidos y nos sentimos muy afortunados de estar aquí y haber hecho este camino" explica Kumar.
Al recibir los sacramentos, las pesadillas y sensaciones malignas que atenazaban a Kumar y Uma desaparecieron. Uma ya pudo quedarse en casa sin miedo. Y dice que sigue soñando con la Virgen.