En Estados Unidos, Europa Occidental y Latinoamérica, los jóvenes adultos son, generalmente, bastante menos devotos que sus mayores. En otros países, en cambio, la diferencia entre el grado de religiosidad según la edad es menor.
Estos son algunos de los datos que el Pew Research Center ha recabado en el estudio sobre la diferencia de edad en la religiosidad de varios países, cuyos datos fueron publicados la semana pasada.
En él, se han estudiado 106 naciones con distintas características y circunstancias sociales y económicas. Según refleja Christianity Today, de estas, más de la mitad (58 países) tienen muy poca diferencia de religiosidad entre las distintas generaciones. En el resto (46 países), los jóvenes adultos por debajo de los 40 años son mucho menos propensos que sus mayores a considerar la religión algo importante.
Los países numerosos, religiosos y crecientes tienden a transmitir mejor la fe
Los países particularmente religiosos con una población creciente tienden a mantener y transmitir las creencias de mayores a jóvenes. El estudio ha descubierto que estas naciones han superado a otras más secularizadas por la desproporcionada población de jóvenes que han provocado los altos crecimientos demográficos; ambos factores están a su vez muy relacionados con su nivel desarrollo.
Según el Pew, la media global de adultos mayores de cuarenta que se consideran religiosos es del 90%, mientras que, de los menores de 40, un 85% se considera religioso también. “Pese a que la diferencia es mayor en algunos países que en otros, ocurre de distintas formas y por diferentes razones, ya sean por contexto económico o social”, han escrito los investigadores.
Canadá, el país con más diferencia
En Norteamérica y Europa Occidental, donde la secularización ha avanzado de forma más acelerada, la diferencia entre edades es entre dos y cinco veces más grande que la media global. Canadá tiene la diferencia más grande del mundo, con 28 puntos porcentuales de diferencia entre los jóvenes adultos canadienses y sus mayores. Otros países que guardan una gran brecha son Dinamarca (26%), Corea del Sur (24%), Australia (23%), y Noruega y Suecia (ambos con un 20% de diferencia).
Todos estos países guardan en común condiciones materiales que permiten a la mayor parte de la población vivir bastante bien hasta que llegan los achaques de la vejez. Son sociedades desarrolladas y también con una fertilidad más bien baja.
Los mayores latinoamericanos transmiten mejor la religión
La diferencia de edad en la religiosidad de los países latinoamericanos está repartida por la mitad inferior de la escala. Los mayores son más religiosos que los jóvenes, pero no por mucho. En los países que aparecen en el estudio, la diferencia porcentual va desde el 13% en Chile hasta el 3% de Nicaragua, con la única excepción de Uruguay que se sitúa en el 18% de diferencia.
Argentina y Puerto Rico se agrupan en el 7%. Venezuela, Costa Rica y El Salvador en el 6%. México y Ecuador en el 5%. Panamá y Bolivia en el 4%. Nicaragua es el país en el que menos diferencia hay, con un 3%.
Las personas mayores en Estados Unidos son dos veces más propensos a considerar la religión importante (53%) que los canadienses (27%). Aunque en EEUU la religión se transmite algo mejor: hay un 17% de diferencia entre jóvenes y adultos.
Las excepciones de Ghana y Georgia
Mientras que en el continente americano y la mayor parte de Europa hay un contraste religioso más evidente entre jóvenes y mayores, en Oriente Medio y en África no hay apenas diferencia entre ambas generaciones. Además, estas son las regiones donde el compromiso religioso es mayor.
Dos países mayoritariamente cristianos son las dos grandes excepciones a la tendencia mundial. En Ghana, un país relativamente estable en el Oeste de África, y en Georgia, una antigua república soviética, los jóvenes dicen, más que sus mayores, que la religión es importante para ellos.
En otras tres naciones africanas (Liberia, Ruanda y Chad) y en el estado cristiano ortodoxo de Armenia, los jóvenes adultos reafirman su afiliación religiosa, acuden a los servicios religiosos y rezan a diario más que sus padres y sus abuelos. Liberia, Ruanda y Armenia son mayormente cristianas, mientras que Chad es de mayoría musulmana, aunque con una importante minoría cristiana del 40%.
Es en Liberia y en Chad donde los jóvenes rezan más, un 12% y un 6% respectivamente. En Japón la diferencia es al contrario y mucho mayor: los mayores rezan casi un 30% más que los jóvenes. La religión japonesa, el sintoísmo, es en grandísima medida, un culto a los difuntos, una cortesía para con los fallecidos: las personas mayores siempre tienen más difuntos que recordar.
¿Muchos jóvenes religiosos? A veces es que han vivido la guerra
El Pew sugiere una razón por la que hay un puñado de países en los que los jóvenes son más religiosos que la generación anterior: la guerra. “Los pocos países donde los jóvenes adultos son más religiosos tienen algo en común: una historia reciente de conflictos violentos en los que ha habido víctimas civiles”, ha apuntado el estudio.
“Es probable que las condiciones de estos lugares fueran al menos algo más estables cuando la generación anterior era joven, y que la inseguridad que experimentaron los jóvenes adultos siendo niños en las guerras posteriores explique esta tendencia a ser más religiosos”, escriben los investigadores.
Las distinciones entre países musulmanes y países cristianos
Los países de mayoría cristiana y de mayoría musulmana afrontan distintos tipos de diferencias religiosas entre edades.
Mientras que en los países cristianos la principal diferencia es si la generación en cuestión considera o no la religión como algo importante en su vida, en los musulmanes es una cuestión de asistencia a la mezquita. Entre las dos generaciones de musulmanes no hay mucha diferencia de fe y creencias, pero los jóvenes rezan menos. Sin embargo, entre jóvenes y mayores de países cristianos, la diferencia de fe es mayor.
Aunque en los países Occidentales cristianos esta última es una tendencia creciente, según Christianity Today, algunos analistas apuntan que la gente tiende a ser más religiosa según va creciendo.
Diferencia evidente entre países desarrollados y no desarrollados
Como se puede ver en el estudio, los países en los que la mayoría de personas dicen que la religión es muy importante en sus vidas (situados en el África subsahariana, Oriente Medio y centro América) son también los países que más rápido se están desarrollando.
El Pew apunta también lo contrario. Hay una correlación negativa entre la afiliación religiosa y varios factores de desarrollo, como los niveles de educación y el producto interior bruto del país. Los países con más educación y mejores sueldos son típicamente menos religiosos. Los países menos desarrollados suelen ser más religiosos.