Los acólitos del Estado Islámico (IS, en siglas en inglés) han publicado este domingo un nuevo vídeo en el que acometen dos nuevas masacres de cristianos presuntamente etíopes secuestrados y ejecutados en Libia.

Las imágenes, difundidas a través del medio oficial del IS, Al Furqan, muestran dos matanzas distintas en las que doce hombres son decapitados a orillas del mar y otros 16 ejecutados de un tiro en un lugar desértico, respectivamente.

En conjunto, la muerte de los al menos 28 etíopes constituye la peor matanza llevada a cabo por el IS en Libia.

Según el vídeo, de 29 minutos, titulado ´Clarividencia´ y dirigido a la comunidad cristiana, las ejecuciones han sido llevadas a cabo por dos de las facciones del IS en Libia, las llamadas ´Wilayat Barca´ y ´Wilayat Fezzan´ (provincias de Cirenaica y Fezzan).

Pese a que resulta virtualmente imposible certificar que los asesinatos se han realizado, efectivamente, en Libia, las imágenes son prácticamente idénticas a las de la ejecución de 20 egipcios coptos y un ghanés difundidas en febrero y que provocaron como respuesta varios bombardeos de la aviación egipcia sobre Derna, el bastión oriental del IS en Libia y primera ´colonia´ del Califato fuera de Irak y Siria.

Los asesinatos grabados según la estética audiovisual del IS constituyen la segunda y tercera ejecución masiva de cristianos en Libia, donde los partidarios del autoproclamado califa, Abu Bakr el Bagdadi, han logrado asentarse y expandirse merced al caos instalado en el país, donde dos gobiernos, dos parlamentos y dos alianzas militares se enfrentan desde agosto en una nueva guerra civil cuatro años después de la revolución que tumbó, en 2011, el régimen de Muamar Gadafi.

Cristianos etíopes, eritreos y nigerianos constituyen una buena parte de los inmigrantes que llegan a Libia de forma irregular con la intención de trabajar o embarcarse hacia Europa. La anarquía que reina en el país facilita que aquellos detenidos arbitrariamente en centros de detención miserables puedan acabar en manos de mafias o milicias como el IS, tal y como se sospecha que ocurrió con los secuestrados coptos a principios de año.

El temor a estas acciones contra los cristianos por parte del IS ha llevado también al Gobierno filipino a evacuar en varias tandas a sus nacionales en el país, donde a menudo trabajan como peones en instalaciones petrolíferas, empleados de servicio doméstico o en los hospitales. Ya en 2012 un filipino fue ejecutado en Bengasi por milicianos de Ansar al Sharia, considerado grupo terrorista afiliado a Al Qaeda por el Consejo de Seguridad de la ONU. Varios filipinos han sido secuestrados en los últimos ataques atribuidos al IS, especialmente desde la toma de Sirte, la mayor localidad libia bajo su control.

Las imágenes de ambas ejecuciones, que se suceden en planos intercalados en los últimos minutos del vídeo, muestran, en primer lugar, a una docena de rehenes vestidos de negro que caminan entre dunas escoltados por hombres en uniforme militar y armados con fusiles automáticos. El resto de los asesinados son conducidos por el cuello sobre la orilla del mar por sus verdugos. Todos son identificados como "adoradores de la cruz de la Iglesia etíope enemiga".

En una clara referencia al asesinato anterior del grupo de coptos, uno de los verdugos amenaza a cámara: "Hemos vuelto". En su discurso, el ´cabecilla´ exhorta a los cristianos a convertirse al islam o pagar la ´yizia´, el gravamen impuesto a los cristianos que vivían en tierras musulmanas y que el IS ha recuperado en las zonas bajo su control en Siria e Irak. "Si hacen eso (pagar o convertirse)", dice el verdugo en un perfecto inglés, "obtendrán protección".

Los más de 20 minutos anteriores del documento son un derroche de propaganda pseudoreligiosa que pretende justificar la lucha contra "una nación que se ha desviado de la benevolente religión monoteísta". Imágenes escenificando batallas cruzadas se intercalan con el discurso de un supuesto clérigo que alecciona sobre las relaciones con los cristianos y otras sentencias atribuidas a clérigos o simples "musulmanes" que llaman a la ´yihad´ contra los "infieles".

El mensaje parece destinado a los mismos cristianos que residen en los países donde el IS ha conseguido imponerse en Siria e Irak, patria de algunas de las comunidades cristianas más antiguas, como los asirios. El vídeo difunde también entrevistas a varios hombres identificados como cristianos bajo "protección" del IS, algunos trabajando en talleres y otros negocios, probablemente en Siria, donde han accedido a pagar el impuesto islámico.

Grabaciones de la destrucción de iglesias y otros signos cristianos localizados en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, preceden a las imágenes de una ceremonia de conversión de al menos media docena de supuestos cristianos africanos en Libia, justo antes de proceder a mostrar con un detallismo brutal, el asesinato de los 28 etíopes.