Estos días están llegando los primeros evacuados de Afganistán a Italia en aviones militares. En muchos casos son familias con muchos niños pequeños y que no llevan nada consigo, pues huyeron solo con lo que llevaban puesto. Tal y como informa la Comunidad de San Egidio, “a su llegada les han acogido caras amigas de la Comunidad, que les dan provisiones básicas”, mientras que las autoridades y los militares italianos han pedido a que organicen un punto de acogida en el aeropuerto.
Los miembros de San Egidio, expertos en mediar en problemas sociopolíticos, han señalado que “los refugiados que llegan necesitan ropa interior, ropa y en algunos casos leche en polvo para los más pequeños”. Estos son los productos que les está repartiendo, junto a algunos juguetes para los niños. Sirven para crear una atmósfera más distendida, para distraer a los más pequeños del miedo y de la angustia de los días pasados: “Son ayudas que están llegando a la Comunidad gracias a la solidaridad suscitada por el llamamiento que hicimos”.
Un grupo de refugiados afganos con miembros de la Comunidad de San Egidio
Los refugiados que llegan a Italia, explica la revista Ecclesia, ya tenían contacto con el país: algunos tienen parientes que ya están integrados, otros se han ofrecido como voluntarios para hacer de traductores y mediadores culturales, otros trabajaron para la base militar italiana y hablan un poco la lengua.
“Ahora empieza para todos ellos una nueva vida, acogidos bien por organismos públicos bien por familias que se han ofrecido voluntariamente en varias ciudades italianas”, asegura la Comunidad de San Egidio.