Un grupo de cuatro religiosas de la Congregación de las Hermanas de María Inmaculada de Calcuta dejan sus hábitos durante la noche y van a los prostíbulos de la ciudad, donde muchas chicas se ven obligadas a ejercer la prostitución o son esclavizadas por traficantes sin escrúpulos.
Su trabajo ha ayudado a salvar muchas chicas. Este trabajo, en beneficio de las mujeres explotadas e indefensas – se lee en una nota enviada a la Agencia Fides por Sor Sharmi Souza, de la Congregación de María Inmaculada - “también es una respuesta positiva al mensaje de Francisco para la próxima Jornada Mundial de la Paz, que exige luchar contra las formas modernas de esclavitud”.
“En una sola noche, rescatamos a 37 chicas”, dice, recordando que 10 de ellas eran menores de edad.
Las hermanas ofrecen apoyo y asistencia a las mujeres jóvenes, que luego proporcionan información a la policía para detener a los traficantes.
A veces los agentes se niegan a ir a los burdeles, ellos también han sido corrompidos por los traficantes. En este caso, las religiosas no se detienen y recurren a sus superiores.
Según datos del Gobierno de la India, en 2007 más de 3 millones de mujeres trabajaban en el comercio sexual, el 35% de ellas menores de 18 años. La ONG “Human Rights Watch” engloba en la categoría de prostituta al menos a 20 millones de personas en la India, con la metrópolis de Mumbai, que, por sí sola, contiene más de 200 mil prostitutas, convirtiéndose así en el mayor centro del sexo, de toda Asia.