El problema de la prostitución infantil en Tailandia es de extrema gravedad.
De acuerdo con el Informe de Población de la Mahidol University hay más de 50.000 niñas menores de 15 años y 100.000 menores de 18 años sometidas a ese tráfico, vendidas a los prostíbulos de Bangkok y Pattaya donde son maltratadas e incluso mutiladas para que no puedan escaparse.
El escritor José Luis Olaizola conoció en Tailandia a una niña que tenía catorce años. Se llamaba Ama. Decidió prender el burdel en el que vivía retenida y cuando la policía le detuvo y le preguntó por qué lo había hecho, les contestó: “Sería feliz de morir abrasada si conmigo moría también el dueño del burdel”.
En este marco fue donde el Premio Planeta conoció, a través de la budista Rasami Krisanamis, al Padre Alfonso. Rasami, talilandesa de origen chino y perteneciente al movimiento budista Santi Asoke, profesora de español es una de las principales colaboradoras del padre Alfonso, porque como ella dice para hacer el bien no hace falta pertenecer al mismo credo.
El padre Alfonso lleva cuarenta años en Tailandia luchando en los más diversos frentes, contra los poderosos que abusan de los más débiles – refugiados camboyanos, boat people de Vietnam…- y ahora la batalla la tiene centrada en esa lacra de la prostitución infantil.
Dispone de una amplia red de colaboradores – maestros, médicos, enfermeras …- que le ayudan a detectar a niñas que están en grave riesgo de ser vendidas para la prostitución. Niñas pobres, huérfanas, o de familias desestructuradas. El remedio está en facilitarles el acceso a la educación.
Explica padre Alfonso que “cuando conseguimos retener a esas niñas en su tierra, dándoles una educación útil, que les sirva para aprender un oficio, una profesión, el idioma, ya las hemos salvado de la prostitución porque pueden defenderse”.
Esto lo consigue mediante un sistema de becas de cien euros, que en Europa es una cantidad insignificante, pero que en Tailandia cubre todo un año de escolaridad, incluido vestuario, alimentación, material escolar y todo lo que precisa el ser humano para que no le obliguen a perder la dignidad.
Desde que Olaizola conoció al Padre Alfonso, hace doce años, el escritor ha conseguido en poco más de una década más de dos millones de euros. Cerca de 2.000 niñas han sido escolarizadas y 200 de ellas ya están en la Universidad.
Cuenta el escritor cómo le llamó la atención, al poco de conocer al jesuita, la alegría de éste porque una azafata de Iberia le había dado 100 euros. Olaizola le preguntó, ¿cómo te alegran tanto 100 euros con el drama y la necesidad que hay aquí? El Padre Alfonso le contestó: “José Luis, por lo menos UNA”.
Somos Uno es una ONG que en colaboración con Jess Foundation, de Tailandia, lucha contra el drama de la prostitución infantil en el mundo asiático. Su objetivo es recaudar fondos para becar los estudios de las niñas y sacarles del círculo vicioso en el que se encuentran y del que es muy difícil escapar. Todos sus fondos se dirigen íntegramente a la educación de niñas y su mantenimiento, para evitar que caigan en la trampa de la prostitución infantil.
El sábado 20 de diciembre en Boadilla del Monte, Madrid, tendrá lugar una Gala de la Escuela de Pilar Domínguez cuyos fondos se dedicarán íntegramente a SOMOS UNO.
Cualquier ayuda es bienvenida en la c/c 2038 2495 31 6000192025
Somos Uno
Contra la prostitución infantil en Asia
www.ongsomosuno.com
Avd. de las Lomas nº 58
Boadilla del Monte (Madrid) - España
Teléfono: (+34) 916 330 293 (Marisa)
Email: joseluisolaizola@hotmail.com
Somos Uno es una asociación de ámbito nacional con CIF: G-84392331, inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones: Grupo 1/ Sección 1/ Número Nacional 585975.