El nuncio Antonio Guido Filipazzi, el obispo diocesano, Petrus Canisius Mandagi, centenares de sacerdotes, monjas, fieles y el gobernador de las Molucas, musulmán, han presenciado la inauguración de una estatua dedicada al jesuita español del s.XVI, san Francisco Javier.
La ceremonia, que se realizó a inicios del mes en Amboina, fue la ocasión para saldar el diálogo islamo-cristiano y las relaciones entre los líderes de las dos principales religiones, en una zona que fue teatro por mucho tiempo de violencia inter-confesionales.
El monumento surge en el pueblo de Great Hative, distante unos 10 km del centro de Ambon, y tiene por finalidad recordar la obra evangelizadora del jesuita español; promotores de la iniciativa fueron los vértices de la diócesis, en colaboración con la Asociación sacerdotes diocesanos indonesios (Union Indonesia).
Por historia y tradición, Amboina dio una gran contribución a la misión, con un número creciente de vocaciones masculinas y femeninas. Muchos de los candidatos provienen de Tual, Tanimbar, Kei, pequeñas islas de las Molucas, habitadas por el 99% de católicos, fruto de la obra misionera de S. Francisco Javier, que plantó la semilla de la fe en la región.
Un dato significativo considerado que Indonesia, nación musulmana la más poblada del mundo, los católicos son una pequeña minoría de unos 7 millones de personas, el 3% más o menos de la población (3,6% en Yakarta).
Promovida por el obispo, Mandagi, la inauguración de la estatua fue caracterizada por la firma conjunta a los pies del santo por el gobernador de Molucas y del nuncio apostólico, delante de centenares de personas de ambas fe. Entre los presentes estaban también el intendente de Ambon, Richard Louhenapessy y tros altos funcionarios de la región.
Interviniendo al margen de la ceremonia, el gobernador de Molucas, Said Asagaff agradeció a la Diócesis y a la Union Indonesia por haber promovido elevento y haber elegido justo a Ambon como lugar para la conferencia nacional.
Para el funcionario musulmán "fue una óptima oportunidad para reunir a todas las partes, comprendiendo a los grupos que se ocupan del diálogo interreligioso, para reforzar la moral entre los ciudadanos e alentar el espíritu de tolerancia".
Él agregó que "las diversidades son una bendición que no deben ser eliminadas, sino mantenidas y preservadas".
Dirigiéndose a los presentes, el nuncio apostólico se dijo estar "extremamente feliz" por la presencia de centenares de sacerdotes y del gobernador de Molucas, cuya participación confirma el propósito de "colaborar con la Iglesia católica en la construcción de la sociedad". Satisfacción también de parte del obispo, mons. Mandagi, que subrayó varias veces "las apreciaciones y el apoyo de las autoridades de Molucas y del gobierno de Ambon".
Entre 1999 y 2001 en Ambón y en toda Molucas, se combatió una guerra sangrienta entre cristianos (protestantes) y musulmanes. Miles de víctimas por las violencias, centenares de iglesias y mezquitas destruidas; miles de casas destruidas, casi medio millón de prófugos.
En febrero de 2002 se firmó un tregua en las Sulawesi del Sur, a través de un plan de paz favorecido por el gobierno.
Sin embargo la tregua no frenó algunos esporádicos episodios de terror contra víctimas inocentes; entre los varios casos horrorizó e indignó en todo el mundo la decapitación de 3 jovencitas, mientras éstas iban a la escuela, llevada a cabo por extremistas islámicos en octubre de 2005.
En los últimos años la situación parece haber mejorado, con una atmósfera de coexistencia pacífica que va acompañada por las maravillas de estos islas bañadas por el océano.