Los millones de trabajadores extranjeros en busca de trabajo y de dignidad que llegan a los países de Oriente Medio - y en particular a los países del Golfo - cooperan con sus habilidades y energías al bien de las naciones que los acogen y esperan “reciprocidad y respeto de su dignidad humana y de sus derechos humanos”, con especial referencia a la condición de las mujeres.
Así la Conferencia de Obispos Católicos de rito latino de las regiones árabes (CELRA), que se ha reunido en en Ras al Khaimah (Emiratos Árabes Unidos) del 29 de septiembre al 3 de octubre, en las conclusiones de su trabajo ha querido subrayar la difícil situación de millones de trabajadores extranjeros - muchos de ellos cristianos - que en los países de Oriente Medio viven discriminaciones desde el punto de vista de la libertad religiosa y otros derechos humanos.
En el comunicado final de la reunión, recibido en la Agencia Fides, los obispos reconocen los progresos realizados en algunos países en los últimos tiempos, y dan las gracias “a los gobiernos que están haciendo progresos en el reconocimiento de la libertad de culto de los trabajadores”.
Al mismo tiempo piden a los inmigrantes cristianos que “respeten la cultura y las tradiciones de los países que los reciben”.
Sólo en los Emiratos Árabes Unidos, que han sido sede de la Asamblea de los Obispos, los inmigrantes por trabajo extranjeros representan el 70 por ciento de los 4 millones de habitantes, y entre ellos más de la mitad son bautizados.
Sólo los católicos - en su mayoría filipinos e indios - ya son alrededor de un millón.
Durante los días de estancia en los Emiratos Árabes Unidos, los obispos católicos latinos de las Regiones Árabes tuvieron la oportunidad de reunirse y conocer de cerca la vitalidad de las comunidades cristianas en
Dubai, Abu Dabi, Fujeireh, Um Quwein, Sharjah y Ras El Khaimeh, cuyos miembros pertenecen a 34 nacionalidades diferentes.
“Hemos admirado su fe, que viven en medio de las dificultades y sacrificios, pero con gran alegría”, se lee en el comunicado emitido al final de la asamblea.
“La mayoría de los trabajadores - escriben los obispos - dan un testimonio de paz y tolerancia y esperan la reciprocidad y el respeto de su dignidad humana y sus derechos sociales, sobre todo pensando en las mujeres”.
En relación con la asamblea extraordinaria del sínodo de los obispos, que acaba de iniciar en Roma, dedicada a la familia, en el comunicado de la CELRA se lee entre otras cosas que los miembros de la Conferencia se han cuestionado “cómo encontrar el equilibrio entre la indisolubilidad del matrimonio, por una parte, y las necesidades de los divorciados vueltos a casar de una vida sacramental por la otra”.