El Papa Francisco recibió el 29 de agosto en el Vaticano al padre Jorge Hernández, un misionero argentino del Instituto del Verbo Encarnado que trabaja como párroco de la iglesia de la Sagrada Familia situada en la franja de Gaza, fuertemente golpeada por los enfrentamientos entre las fuerzas de Hamas e Israel.

En diálogo con ACI Prensa después de entrevistarse con el Pontífice, el Padre Hernández aseguró que su comunidad experimentó la cercanía del Papa Francisco durante los 52 días de bombardeos en Gaza, a través del frecuente envío de mensajes de correo electrónico.

"No es la primera vez que experimentamos la cercanía del Papa. Durante los días de guerra nos mandaba emails de apoyo que hicimos llegar a toda la comunidad cristiana, y ha sido un consuelo, porque de entre los 2 millones de habitantes de Gaza, 1350 son cristianos, de los cuales 136 católicos. Es muy significativo, una gracia y una bendición que preste tanta atención a las personas", indicó.

Sobre el encuentro de este viernes, el sacerdote aseguró que “una vez más, el Papa nos ha querido alentar a continuar y vivir la presencia de los cristianos, aunque sea mínima, en Tierra Santa. Que Gaza es a titulo pleno Tierra Santa. El Papa alienta a que sigamos testimoniando la verdad de que Jesucristo es príncipe de la paz”.

El Santo Padre “nos dio el consejo de no perder la alegría. Nos ha animado a continuar siendo: ‘la sal de la tierra,’ tratando de no olvidar la dimensión sobrenatural de la presencia de los cristianos allí”, añadió.

El sacerdote insistió en su gratitud por la preocupación del Papa Francisco “por nosotros, un pequeño número de fieles, especialmente significativo si pensamos que Gaza tiene una población de 2 millones de habitantes”.

A nivel humanitario, el sacerdote argentino explicó que los ciudadanos de Gaza han perdido todas sus pertenencias y sus casas.

“Hay mucho desconcierto en Gaza. Los habitantes de Gaza lo han perdido todo y muchos se ha refugiado en tiendas de campaña. El mayor miedo es enfrentar ahora el frío del invierno. Hay gente que necesita de todo porque han tenido que escapar, porque su casa ha sido bombardeada”, denunció.

En este sentido explicó que Cáritas, el órgano caritativo de la Iglesia, estuvo con ellos desde el principio. “Siempre han estado a nuestro lado. Nosotros pudimos albergar en nuestra escuela a más de 1.200 personas, porque justamente Cáritas nos ayuda. Nos ayudó en su momento suministrando alimentos, agua y elementos de higiene. Eso evidentemente tiene un valor enorme”, dijo.

Sin embargo, el P. Hernández se muestra optimista: “Como dice el Papa Francisco la paz es posible, es posible que los pueblos vivan en armonía entre ellos, por supuesto que pide no pocos sacrificios, pero es posible”.

En referencia a la última guerra, interrumpida con una tregua indefinida el pasado 26 de agosto, el P. Hernández recalcó que “en una guerra todos son iguales; los misiles no respetan ni color, ni religión, ni lugar, ya seas palestino, israelí, cristiano, musulmán… en una guerra nadie gana, las dos partes pierden, a su modo, algo, y tendrán que dar cuentas con el tiempo de las consecuencias que los enfrentamientos armados causan”.

A través de ACI Prensa, el P. Hernández quiso agradecer “a todas las personas de todo el mundo que rezan y ofrecen a Dios sacrificios implorando la paz para Oriente. Sepan que también que nosotros rezamos por ellos y que esperamos que nuestro Señor, Príncipe de la Paz, los bendiga”.