La situación económica en Cuba es realmente difícil: este ha sido comentario del nuncio apostólico en Cuba, Bruno Musaró, después de la misa que ha celebrado en la localidad italiana de Vignacastrisi, en el parque San Pío de Pietrelcina.
Lo reportó el diario local Lecce News, precisando que el nuncio contó después de la misa las condiciones de extrema pobreza y degradación que viven en la mayor isla del Caribe los ciudadanos víctimas de una dictadura socialista que lleva 56 años en el poder.
´Los italianos que se lamentan de tantas cosas tienen que saber que en Cuba –reporta el periódico-- un médico gana 25 euros por mes y que para vivir con dignidad algunos profesionales de noche van a trabajar como camareros´.
Según el diario, el nuncio indicó que en Cuba todo está controlado por el Estado, hasta la leche y la carne.
Comer ternera es un lujo y quien mata una para comerla es arrestado y llevado a la cárcel. Por ello explicó que tanta gente se escapa de la Isla.
“Aún medio siglo después se habla de Revolución, se alaba a ésta, pero la gente no tiene, mientras la gente no tiene trabajo y no sabe como hacer para alimentar a sus propios hijos” reporta Lecce News.
La Iglesia en Cuba a pesar de tener aún dificultades, en las últimas décadas ha tenido mayores espacios para su pastoral, en particular después de la visita de Juan Pablo II en 1998, cuando ha visto el fin de prohibiciones, como la fiesta de Navidad que con la Revolución Cubana había sido abolida.
Los obispos incluso cuentan con una página web, con contenidos de índole religiosa.
Este martes 13 de agosto, Fidel Castro cumplió 88 años. Desde el 2006 el líder de la Revolución Cubana no ocupa ningún cargo público, y por lo tanto los festejos fueron discretos, como algunos conciertos y una exposición fotográfica.
En Facebook corrió la noticia que Fidel Castro se movería en una combi Mercedes gris recién importada, vehículo que en otro país sería incluso discreto para un líder político, si no fuera porque el parque automotor en la Isla es mayoritariamente de los años 50 y los vehículos que se permitieron importar tienen precios mucho más altos que en Estados Unidos y la Unión Europea.
A pesar de las reformas de Raúl Castro, cada año dejan la isla unas 40.000 personas, aunque ahora ahora la mayoría lo hace de forma legal y viajando en avión.