El horrible crimen cometido contra el periodista estadounidense James Foley ha puesto de manifiesto la fe que tanto él como su familia profesaban en la Iglesia Católica, una fe que sin duda está siendo de ayuda para la familia en un momento dificilmente igualable en la dureza.
 
Catholic News Service informa que el presidente Obama llamó a los padres de Foley, John y Diana Foley, antes de dirigirse a la nación para hablar de la muerte de su hijo y les dijo: “Tenemos el corazón destrozado”.
 
Y precisamente cuando el presidente estaba haciendo su discurso público sobre la muerte de James Foley, sus padres hablaban con la prensa en la puerta de su casa. “Le damos gracias a Dios por el regalo que ha sido Jim. Estamos muy, muy orgullosos de él”, dijo Diana Foley. Y añadió que era “un periodista valiente, que no tenía miedo, el mejor de América”.
 
Que la relación con Dios es la fuerza que sostiene a los padres de James Foley en este terrible momento se puso de manifiesto ayer cuando John y Diane hablaron con los periodistas que se reunieron en frente de la casa. Ni una palabra de odio. No hay petición de venganza, sólo oraciones: "Sabemos- dijo el padre entre lágrimas - que Jimmy es libre, libre al fin. Y sabemos que está en las manos de Dios. Sabemos cómo Dios trabaja, sabemos qué ahora está en el Cielo ".
 
Por su parte, la madre puso el énfasis en el poder que la oración dio a su hijo: "Eran realmente tantas personas que han orado por Jim y creo que fue lo que le dio este increíble coraje. Jim confió en la oración. Fue fuerte, valiente, cariñoso hasta el final. Nunca habría querido que hubiera prevalecido en el odio o amargura, y él quería seguir orando para que los otros rehenes estadounidenses se salvarán."
 
Foley se graduó en 1996 en Marquette, una universidad jesuita. Él mismo contaba que durante su primer secuestro en 2011 por los partidarios de Gadafi en medio de la guerra civil libia, llegó a apreciar mucho el rezo del rosario.