La ONG Juan Ciudad (www.juanciudad.org) ha informado que el estado de las seis personas que se encuentran aisladas en el Hospital San José de Monrovia, en Liberia, entre ellas el sacerdote español Miguel Pajares y la hermana Juliana, nacionalizada española, es «muy preocupante». Además, señalan que el estado del padre Pajares, con fiebres altas, «ha empeorado».
Miguel Pajares, de 75 años, permanece aislado junto a otros trabajadores del centro sanitario tras la muerte por Ébola de su director, el hermano Patrick Nshamdze, según ha confirmado a Efe un portavoz de Juan Ciudad.
Junto al español, están aislados el hermano George Combey, de Ghana, tres hermanas misioneras de la Inmaculada Concepción: Paciencia, de 47 años es de Guinea, Chantal, también de 47 es de República Democrática del Congo y Juliana, de 72 años, de nacionalidad española, y el administrador del hospital.
La ONG Juan Ciudad, que pertenece a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, confirmó ayer el fallecimiento del director del Hospital, Patrick Nshamdze, a causa del virus del Ébola, tras dos semanas de lucha contra la enfermedad. Actualmente el hospital está cerrado.
A sus 75 años, el hermano Miguel Pajares servía en África con alegría y compromiso... ahora se encuentra muy debilitado. Aún no se sabe si se ha contagiado del ébola o de otra enfermedad mucho más frecuente y tratable, las fiebres tifoideas.
El religioso, natural de La Iglesuela (Toledo) y capellán del hospital que dirige la orden San Juan de Dios, llegó al continente africano en la década de los 60. Primero estuvo en Ghana y desde 2007 trabaja en el hospital San José, como director espiritual y responsable de la Pastoral de los enfermos, comenta a ABC José María Viadero, director de la ONGD Juan Ciudad.
"El padre Pajares tiene fiebre y ya no tiene muchas ganas de comer", explicó la hermana Chantal, quien recordó que el sacerdote también padece problemas coronarios. "La administración de suero es muy delicado por sus problemas de corazón", añadió esta enfermera.
La ONG Juan Ciudad envió el pasado viernes desde Madrid 700 kilogramos de material hospitalario para la protección y aislamiento del personal hospitalario. Sólo el personal del Ministerio de Salud liberiano puede acceder al centro, aunque por ahora no lo ha hecho, por lo que se encuentran muy preocupados ante esta situación, explica la organización.
El equipo de Juan Ciudad ONGD ha mostrado su apoyo a la familia de Patrick Nshamdze y a los hermanos de San Juan de Dios y compañeros del hospital, «que están viviendo estos difíciles momentos».
El sacerdote y médico español Miguel Pajares, aislado en un hospital de Monrovia (Liberia) ante la posibilidad de haberse contiagado del virus del Ébola, es uno de los más de 1.800 misioneros españoles que trabajan en África, el segundo destino, después de América Latina, de nuestros "cooperantes" religiosos.
Según los últimos datos de Obras Misionales Pontificias (OMP) de España, de los 14.000 misioneros españoles que existen en la actualidad, el 13,23% reside en el continente africano.
Entre los países afectados por el devastador brote de Ébola -que se ha cobrado ya la vida de 826 personas-, Liberia es el que cuenta con mayor número de religiosos procedentes de nuestro país, con más de 50.
Entre ellos, se encuentran los dos sacerdotes y médicos de la Orden San Juan de Dios, el padre Manuel García, en el Saint John of God en Lunsar (Sierra Leona) y el padre Miguel Pajares en el Hospital San José de Monrovia (Liberia). Le siguen Guinea-Conakry, Sierra Leona y Nigeria con más de un misionero español.
"La situación es muy difícil y es necesario que se conozca las condiciones en las que trabajan muchas veces los misioneros", asegura a ABC el delegado de Misiones de la diócesis de Madrid, el padre José María Calderón, quien estos días tenía previsto trasladarse a Sierra Leona, junto a un grupo de diez jóvenes para colaborar con las religiosas de la Madre Teresa de Calcuta.
El padre Calderón explica a ABC que les han prohibido viajar por las restricciones que hay en la zona. "Las hermanas nos han dicho que tienen prohibido llevar alimentos y medicinas a los pueblos para evitar la propagación del virus", comentó.
Como medida de seguridad, también se ha eliminado el rito de la paz durante las misas para evitar el contacto, mientras que la comunión sólo se da en las manos en lugar de la boca.
Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 30 de julio, el numero total de afectados por el ébola en este brote era de 1.440 personas de los cuales han fallecido 826, lo que supone un mortalidad superior al 50%.