Cada vez hay menos hermanas religiosas en Siria, debido a la situación extrema de la guerra y la realidad socioeconómica. Los números han disminuido más rápido que el de los fieles laicos, e incluso que el de los sacerdotes, que también está en caída. Esta preocupante tendencia perjudica a la Iglesia en su capacidad de testimoniar y ser presencia del amor de Cristo para el pueblo sirio.
Cuidar a quienes velan por las comunidades
La misión de los consagrados y de los sacerdotes es fundamental para un pueblo que lo ha perdido todo. Hay una gran urgencia por cuidar a los que velan por las comunidades, estar al lado de las necesidades de aquellos que no piden nada pero cuya vocación es darlo todo. Su misión es comunicar la luz de Cristo entre nosotros.
La Iglesia pide que les apoyemos para que mantengan sus lámparas encendidas y llenas de aceite. Un ejemplo es la financiación de retiros espirituales y de formación espiritual para las congregaciones religiosas. Cerca de Tartous, en la costa siria del Mar Mediterráneo, se van a reunir 30 hermanas de todas las congregaciones religiosas presentes en el país, para convivir unos días. Estos retiros son dirigidos por los sacerdotes jesuitas, también presentes en Siria. Se van a destinar 14.500 euros para dos retiros como este.
Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) ofrece ayuda para la subsistencia de diversas congregaciones, como las Hermanas Doroteas, las Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará o las Carmelitas Descalzas, todas ellas en Alepo. Estas últimas sufrieron un ataque con misiles en su propio convento, con un proyectil que impactó en el patio del convento pero no estalló, de forma milagrosa. Otras religiosas que están siendo ayudadas por ACN son las religiosas misioneras de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y las Hermanas de San José de la Aparición, que se dedican a la pastoral sanitaria en hospitales y centros de salud. Reciben un aporte económico periódico para cubrir sus gastos básicos y poder seguir en el país.
De esta manera, ACN apoya a las hermanas de varias congregaciones activas en todo el país que están trabajando incansablemente y alentarlas, especialmente porque muchas son ancianas, enfermas, cansadas o quizás también desanimadas. En el último año, ACN apoyó 10 proyectos de ayuda pastoral a sacerdotes y religiosas, con un total de 300.000 euros.
Estipendios de misas
Dentro de esta ayuda fundamental están los estipendios de misas para sacerdotes pobres, cuyos feligreses no pueden hacerse cargo de su manutención. ACN anima a ofrecer Misas por las intenciones particulares de sus benefactores a través de estipendios de misas que la propia fundación pontificia gestiona. Estos estipendios van destinados a sacerdotes sin recursos de Siria, quienes celebran la Eucaristía por las intenciones solicitadas. El donativo aportado contribuye a su sostenimiento, a cubrir sus gastos personales pero también en muchos casos esta ayuda generosamente se distribuye para otros gastos del día a día en las parroquias.
Por ejemplo, ACN ha prometido ayudar a los 12 sacerdotes de la Iglesia armenia de Alepo con un total de 500 euros por presbítero para este año. Esta cantidad es un apoyo más para poder mantenerse y no dejar desatendidas a las miles de personas que componen su feligresía, seguir hacer presente a Jesús en los sacramentos y en la fuerza esperanzadora que supone la compañía de Jesús en los sacerdotes.