Meriam Ibrahim, la sudanesa cristiana de 27 años condenada a la horca por no abjurar de su fe cristiana, ha dado a luz en la cárcel.
«Es una niña», han declarado sus abogados al Telegraph.
«Esta es una buena noticia dentro de la prueba terrible de Meriam. Está programado visitarla con su marido Daniel en el día de hoy. Pienso que a la niña la llamarán Maya», ha añadido el abogado, Mohaned Mustafa Elnour, entrevistado por el Daily Mail.
La mujer está detenida con los pies atados desde febrero junto a su hijo Martin de 20 meses, pero la pena de muerte aún no ha sido ejecutada porque según la ley coránica el niño que llevaba en su seno debía ser preservado.
Meriam deberá pagar con su vida la “traición” al islam dos años después del parto para permitir que amamante a su hija.
El jueves pasado los abogados defensores de la mujer recurrieron ante el Tribunal de Apelación de Bahri y Sharq Al Nil y si el intento fracasa los abogados, que arriesgan su vida, ya han pensado en nuevas vías, entre las que se encuentra la presentación del caso al Tribunal Supremo de Sudán y al Tribunal Constitucional.
El gobierno sudanés ha sido condenado por los medios de comunicación internacionales, pero el caso concierne directamente también a Washington, dado que Meriam está casada con Daniel Wani, ciudadano estadounidense.
Chris Smith, presidente de la comisión del Congreso americano que supervisa las relaciones con África, la semana pasada exhortó a «los Estados Unidos y a toda la comunidad internacional» a exigir que «Sudán anule inmediatamente la sentencia».
Smith ha añadido que «la voluntad firme de la señora Ibrahim de afirmar su libertad religiosa es signo de una gran fuerza y de un coraje que no son comunes».