Las familias en Siria están viviendo en la más absoluta miseria. Después de más de 11 años de guerra, las cifras de paro son desorbitantes, los empleos se han precarizado al máximo e incluso para los más afortunados que tienen un trabajo, el sueldo medio apenas llega a 30 euros mensuales. Esto hace que el 90% de la población viva por debajo del umbral de la pobreza.
Es el ejemplo de una familia cristiana, Shadi Almansour y su mujer Nihad: “Éramos dueños de una casa con una gran finca. Teníamos nogales y olivos y vendíamos la cosecha. También teníamos una pequeña tienda de comestibles. Pero lo perdimos todo debido a la guerra. Nuestro pueblo fue bombardeado, hubo muchos muertos, destruyeron casas y colegios. Así que decidimos escapar para salvar a nuestros hijos. Si no hubiésemos escapado estaríamos muertos”.
El Valle de los Cristianos, lleno de desplazados
Hoy esta familia vive en la región conocida como el «Valle de los Cristianos», un grupo de hasta 29 pequeños pueblos situados cerca de la ciudad de Homs, en el centro oeste de Siria.
Esta zona de mayoría cristiana ha sido el lugar de refugio para miles de desplazados provenientes de muchas partes del país, como Alepo, Damasco o Hasaka. Allí la Iglesia está ofreciendo apoyo para el pago de alquileres a más de 500 familias mensualmente.
“Pedimos ayuda a la Iglesia porque habíamos gastado todos nuestros ahorros, ya no quedaba más para comida o para pagar el alquiler. Nos ayudaron con el pago de la renta, pero seguimos sin poder cubrir todas nuestra necesidades”, comenta Nihad.
“A pesar de todo lo que hemos pasado mi relación con Dios y mi fe no se han debilitado, al contrario, están más fuerte que nunca. Porque Él nunca me decepciona cada vez que me siento abrumada. Dios siempre me ayuda con Su propio plan”.
Voluntarios jóvenes de la parroquia
Shadi, Nihad y sus dos hijos participan en la vida de la parroquia de San Pedro, en el pueblo de Marmarita. Desde allí un grupo de jóvenes voluntarios les visitan periódicamente para conocer sus necesidades y ofrecerles ayuda.
Uno de estos jóvenes es Wassim Farkouh, quien también ha sufrido las consecuencias de la guerra: “Ahora hay más necesidad que nunca, porque ya no hay ingresos ni ahorros, y las familias siguen necesitando alimentos, medicinas y un techo”. Los precios son 3 veces más altos que hace solo 5 años.
Para dar esperanza esta Navidad, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) dedica su campaña "Guerra olvidada. Enciende tu luz por Siria" a sostener a los cristianos del país, con más de 130 proyectos, en su gran mayoría de emergencia y subsistencia. Puedes ayudar entrando en este enlace.
En el vídeo, Adeste Fideles en árabe y latín cantado desde Alepo por parroquianos y desplazados.