En este Domingo de Resurrección una oleada de ataques terroristas ha asolado la isla de Sri Lanka, siendo los católicos uno de sus objetivos principales. En total, se han producido explosiones en seis lugares diferentes, tres iglesias, dos católicas y una evangélica, y tres hoteles de lujo. Posteriormente, hubo más ataques en otros puntos del país. El balance es hasta el momento devastador. El balance hasta la fecha es de 290 muertos y 500 heridos.
Según informan diferentes agencias de noticias, las primeras bombas explotaron alrededor de las 8.45 hora local, tanto en los tres hoteles en Colombo como en tres iglesias donde se celebraba la Resurrección de Cristo. Las autoridades han confirmado la existencia de terroristas suicidas entre los autores de los atentados.
Al menos 62 personas han muerto solo en una explosión, la ocurrida en la iglesia de San Sebastian, en la ciudad de Negombo, al norte de la capital, según han confirmado a Reuters fuentes oficiales. Otras 27 han fallecido en la iglesia evangélica de Sión, en Batticaloa (provincia Oriental del país). La tercera detonación ha ocurrido en la iglesia santuario de San Antonio, en el distrito de Kotahena, en la capital, Colombo, y ha dejado 49 fallecidos.
Los servicios de emergencia de Sri Lanka aseguran que las iglesias estaban repletas de fieles en ese momento. En la iglesia de San Sebastián, en Negombo, un portavoz aseguró a Reuters que había al menos medio centenar de personas fallecidas.
Los atacantes eligieron con especial cuidado sus objetivos. La iglesia de San Antonio de Colombo es uno de los edificios más emblemáticos de esta confesión en Sri Lanka. Un santuario nacional al que suelen acudir decenas de miles de personas durante la conmemoración de la figura a la que está dedicada, San Antonio de Padua.
La Policía ha pedido calma a los ciudadanos. “Por favor, permaneced en calma y dentro de las casas. Hay muchas víctimas, incluidos extranjeros”, aseguró en Twitter el ministro de Sri Lanka para las Reformas Económicas y la Distribución Pública, Harsha de Silva, tras visitar varios de los lugares atacados.
De Silva comunicó que se había convocado un gabinete de crisis y habló emocionado tras las “escenas horribles” que había visto. “He visto miembros amputados esparcidos por todos lados. Equipos de emergencia están desplegados en su totalidad en todos los puntos. (...) Hemos llevado muchas víctimas al hospital, esperamos haber salvado muchas vidas”, relata a través de su perfil de Twitter.
En Sri Lanka la población cristiana representa el 7%, mientras que los budistas son cerca del 70%, los hinduistas son el 15 % y los musulmanes el 11 %.