La histórica ciudad de Malula, sÃmbolo del cristianismo en Oriente Medio, vuelve a sufrir la acción de los yihadistas islámicos.
Según denunció el nuncio apostólico (embajador de la Santa Sede) en Damasco, monseñor Mario Zenari, doce religiosas de nacionalidad siria y libanesa del convento ortodoxo de Santa Tecla fueron ayer secuestradas por un grupo de radicales.
«Eran alrededor de las 14 horas cuando las obligaron a dejar el monasterio. Las transportaron, al parecer,hacia el norte de Malula. Por esa zona ya habÃan aparecido antes. Debe de ser una zona infestada de combates entre los distintos grupos. Sabemos que han ido hacia el norte, pero no sabemos más. No sabemos tampoco si es un secuestro o si ha sido una acción para liberar Malula, tener libre el monasterio y desde allà combatir mejor», comentaba monseñor Zenari a los micrófonos de Radio Vaticana.
El convento ortodoxo de Santa Tecla era uno de los pocos lugares todavÃa habitados de la ciudad, pues la inmensa mayorÃa de la población ha escapado del lugar hace ya meses huyendo de los combates.
El nuncio apostólico confirmó que, según la información disponible, eran rebeldes yihadistas los que se llevaron a las monjas de su convento. «En este momento hay que rezar. Doce monjas en manos de esta gente... Lo único que se puede hacer es rezar, para que tengan un poco de humanidad y las traten bien. Esperemos que no sea un secuestro», dijo Zenari.
Desde hace tres dÃas el Ejército Libre de Siria (ELS), coordinado con milicias islamistas, intenta retomar el control de la población mientras el Ejército resiste «apoyado por francotiradores en las azoteas de los edificios, la mayorÃa deshabitados», según informó ayer a LA RAZÓN Amer, una fuente del ELS. «Prácticamente no quedan civiles. La mayorÃa ha huido a Damasco o a otras localidades más seguras», insistió Amer, antes de agregar que los únicos habitantes que quedan son las religiosas del convento». «Han cortado las comunicaciones. No hay electricidad ni internet ni funcionan los teléfonos», advirtió.
La agencia oficial Sana informó de que un grupo de «terroristas» tenÃa retenidas a «la madre superiora, Pelagia Sayaf, y un número indeterminado de monjas del convento. Según esta versión, los atacantes «cometieron actos de vandalismo en los alrededores del edificio y en distintos barrios de Malula».
Pero la fuente rebelde desmintió tal información, que calificó de «propaganda del régimen». «Ni nosotros ni los combatientes del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL) y del Frente al Nusra ha atacado a ningún cristiano ni a religiosos, ni ha destruido o saqueado iglesias. Es el régimen quien está difundiendo esta propaganda falsa», niega Amer. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las monjas permanecen con vida.
Las religiosas y huérfanos de Santa Tecla ya quedaron incomunicados el pasado mes de septiembre tras el asalto a un puesto de control del Ejército sirio, rebeldes y milicianos islamistas entraron en la localidad y las fuerzas del régimen repelieron el ataque. En esos momentos, el Patriarcado griego-ortodoxo de AntioquÃa y Oriente hizo un llamamiento de ayuda para asistir al grupo de 40 religiosas y huérfanos que estaban atrapados en el convento de por los enfrentamientos.
En lo que parece ser una guerra mediática dentro e la de las armas, este portavoz denunció que en la localidad de Qara, vecina de Malula, en las montañas de Qalamoun, tras el bombardeo indiscriminado del régimen que ha obligado a miles de civiles a huir a LÃbano, los rebeldes «encontraron artefactos explosivos en dos iglesias que habÃan sido colocados por las milicias «Shabiha» (matones del régimen) para inculpar a los insurgentes».
Sin embargo, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, es el grupo Estado Islamico de Irak y del Levante (ISIL) vinculado a Al Qaeda, el que ha convertido la iglesia de los Mártires de Al Raqa en la oficina legal de esta organización en la provincia, informa Efe. Según testigos, los yihadistas izaron la bandera del Estado islámico en el templo.
El Ejército Libre de Siria advirtió de que a su vez el régimen del presidente Bachar al Asad ha convertido el monasterio Sherobem, en Saydana, en las montañas de Qalamoun, en un cuartel después de que «tres tanques entraran en el patio y francotiradores se posicionaran el tejado del templo cerca de la estatua del Cristo».
Además, según afirman los rebeldes, el monasterio está tomado por «decenas de soldados con vehÃculos artillados y ametralladoras dushka y antiaéreas de 23 milÃmetros».
El ELS, informó Amer a LA RAZÓN, ha pedido al Vaticano que interceda para «obligar a las fuerzas del régimen a abandonar el monasterio para no convertirlo en un objetivo militar» de esta interminable guerra civil.