En las ciudades sirias de Hassaké y Qamishli no se han producido masacres de cristianos y el ejército del gobierno “da la impresión de ser capaz de derrotar a los rebeldes cuando quiere y como quiere”.

Así lo informa a la Agencia Fides el arzobispo Jacques Behnan Hindo, titular de la Archieparquía sirio-católica de Hassaké - Nisibis.

Noticias falsas sobre una masacre de 70 cristianos - incluidos tres sacerdotes - que habría sido realizados por los rebeldes anti-Assad en Qamishli habían sido lanzadas por algunos sitios árabes conocidos ya por operaciones similares de desinformación.

“Precisamente en las horas en que se difundían los rumores acerca de su asesinato”, dice el arzobispo sirio-católico, “yo estaba comiendo con ellos en Qamishli”.

El arzobispo Hindo añade que en las últimas semanas la presión de las milicias anti-Assad en torno a los dos centros urbanos de la Mesopotamia siria han disminuido

“Incluso las milicias kurdas que operan en la zona”, dice el Arzobispo “trabajan en unión con el Ejército del gobierno”.

En el aspecto militar, pesan más y más los conflictos internos entre los grupos de la oposición que han degenerado en un conflicto abierto.

“Los grupos yihadistas como el Estado Islámico de Iraq y del Levante” confirma Hindo “están masacrando a todas las otras brigadas. Por eso tengo noticias de que algunos grupos de ex soldados de la oposición han pedido regresar al ejército. Existe la impresión generalizada de una tregua tácita en algunas situaciones entre el ejército gubernamental y las milicias rebeldes islamistas, que ahora tienen a los grupos yihadistas como enemigo común”. A pesar del aumento de las posibilidades de suministro de bienes de primera necesidad - se lamenta el arzobispo- “los precios de los alimentos siguen siendo altos, debido a que la situación en la que vivimos desde hace más de un año y medio ha generado fenómenos como la especulación” .