Después del ingreso del catolicismo a China, numerosos obispos, sacerdotes y laicos creyentes fueron perseguidos y martirizados a causa de su fe, explica Yang Xiangwen, en la web Bitter Winter. Estos santos mártires son considerados por los católicos chinos como ejemplares y modelos. En el año 2000, el papa Juan Pablo II (1920-2005) canonizó a 120 mártires chinos. Posteriormente, se colocaron estatuas de los santos mártires en iglesias y en otros lugares. Al Partido Comunista Chino (PCCh) nunca le agradaron estas estatuas, ya que es fácil para los católicos comparar a los mártires de antaño con los nuevos mártires creados por las persecuciones llevadas a cabo por el Partido Comunista.
Solo diez días después de la firma del acuerdo entre el Vaticano y China del 2018, el Gobierno local retiró por la fuerza estatuas de santos de una iglesia católica emplazada en la aldea de Dongxihetou, en la Diócesis de Hengshui, en la provincia china norteña de Hebei.
Las estatuas erigidas por los feligreses para conmemorar a los tres santos han sido eliminadas
Un católico local le dijo a Bitter Winter que funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés) obligaron a los creyentes a desmantelar las estatuas de los santos. El UFWD los amenazó afirmando que, si no lo hacían, incautarían los activos del católico laico que donó la mayor suma de dinero para erigir las estatuas. Coaccionados por las autoridades, los creyentes no tuvieron más remedio que contratar una grúa para retirar las estatuas de los santos.
Se entiende que las estatuas eliminadas incluían las de los santos Paulus Wu Anju (1838-1900), Johannes Baptista Wu Mantang (1883-1900) y Paulus Wu Wanshu (1884-1900). El 29 de junio de 1900, los nueve miembros de su familia, incluidos los tres santos canonizados, ofrecieron sus vidas a Dios. El 17 de abril de 1955, el papa Pío XII (1876-1958) beatificó a los tres mártires Wu. El 1 de octubre de 2000, los mismos fueron canonizados por el papa Juan Pablo II.
Pabellón de una iglesia católica emplazada en el condado de Wuyi antes y después de la remoción de la estatua de un santo
Un mes después, una estatua de San Chi Zhuzi (1882-1900) que se hallaba en la Iglesia de Dechao (otra iglesia católica emplazada en la ciudad de Shenzhou de Hebei) también fue desmantelada bajo presión de las autoridades.
Según testigos, funcionarios locales de la aldea les exigieron a los creyentes cerrar la iglesia, retirar la estatua de Jesús y la de un santo que había sido colocada frente al altar de la iglesia, y bloquear el acceso al área donde se había colocado la estatua de otro santo, sobre la puerta de la iglesia. Los funcionarios de la aldea amenazaron a los creyentes afirmando que, si no seguían las órdenes, la iglesia sería demolida. En aras de salvar a la iglesia, los mismos no tuvieron más remedio que obedecer.
San Chi fue asesinado con cuchillos y pistolas durante la Rebelión de los Bóxers (1899-1901). El mismo falleció a la edad de 18 años. Fue beatificado y canonizado al mismo tiempo que los mártires de la familia Wu, quienes también fueron asesinados en el año 1900.
Casi al mismo tiempo, una iglesia (ubicada en el condado de Wuyi de la Diócesis de Hengshui) bajo la Asociación Patriótica Católica también se vio obligada a desmantelar estatuas de santos.
La entrada de la Iglesia de Dechao fue bloqueada y el área sobre la puerta de la iglesia donde se había colocado la estatua de un santo también fue bloqueada (foto de Bitter Winter)
Un feligrés local le dijo a Bitter Winter que, inicialmente, en los pabellones del patio de la iglesia había dos estatuas de santos. A fines de octubre de 2018, funcionarios de la Agencia de Asuntos Religiosos ordenaron la remoción de las estatuas de los dos santos. “Si no las retirábamos, traerían una excavadora y demolerían las estatuas junto con los pabellones”, afirmó el feligrés.
Las estatuas removidas eran las de dos sacerdotes jesuitas franceses canonizados, Modeste Andlauer (1847-1900) y Rémy Isoré (1852-1900). A fines de junio de 1900, los mismos murieron en la iglesia católica de Wuyi, asesinados por los Bóxers rebeldes.
Católicos locales le dijeron a Bitter Winter que, de hecho, creen que el PCCh está eliminando las estatuas de los mártires que murieron en la década de 1900 porque son conscientes de que las mismas son un continuo recordatorio para los creyentes de muchos otros mártires que fueron asesinados por el régimen comunista. Sus obras han inspirado a generaciones de feligreses. Los regímenes totalitarios siempre intentan asesinar la memoria, luego de haber asesinado a los mártires que eligieron morir en lugar de negar su fe.