El documento se remonta a principios de 2012 y estima que la violencia anticristiana en Nigeria se ha cobrado la vida de 12.000 personas. Además el informe revela que los ataques se han extendido a líderes musulmanes, críticos y a instituciones privadas y del estado.
La Comisión ha recopilado información de múltiples fuentes y se refiere solo a los ataques reivindicados por Boko Haram, por lo que las cifras podrían ser incluso mayores.
El informe se divide en cuatro partes. La primera resume algunos de los 50 ataques a las iglesias cristianas. Indica que Boko Haram aprovecha para atentar durante las reuniones en las iglesias para causar el mayor número posible de víctimas.
La segunda de las partes detalla los ataques a cristianos de los últimos 19 meses incluido el atentado en Kano del 30 de junio que se saldó con 45 muertos.
La tercera parte del informe recoge los ataques a los clérigos musulmanes y a quienes han denunciado la violencia de este grupo radical. Por último, la cuarta parte del documento enumera las acciones contra lugares y grupos a los que Boko Haram considera no-islámicos. Incluye, por ejemplo, el asesinato en noviembre de 20 mujeres porque llevaban minifalda.
Esta Comisión ha recomendado al gobierno de Nigeria que aplique las leyes y refuerce el sistema judicial para castigar a los responsables. Boko Haram está considerada como una organización terrorista. Actúan, principalmente, en el norte de Nigeria y pretenden imponer su interpretación de la Sharia, la ley islámica, en la región.