Según informa la agencia Fides, entre los episodios de violencia que se sucedieron en Egipto tras la deposición del presidente Morsi figura al asalto contra la parroquia católica copta de San Jorge, en Delgia, a 60 kilómetros de Minya.
La tarde del miércoles, grupos de islamistas saquearon e incendiaron el presbiterio y los locales anexos de los grupos parroquiales.
"Gracias a Dios no hay víctimas ni heridos", explicó el obispo católico copto de Minya, Botros Fahim Awad Hanna, "pero la alarma continúa. Los fundamentalistas han cerrado la carretera de acceso al pueblo. Lanzan gritos contra los cristianos, afirman que quieren destruirlo todo y están intentando de nuevo asaltar la iglesia. La policía local se ve impotente. Apelo a El Cairo para que pida una intervención del ejército".
Este asalto ha sido hasta ahora la represalia islamista anticristiana más grave tras el golpe de Estado, aunque las amenazas y las intimidaciones contra las comunidades cristianas continúan y se han registrado varias en diversas localidades egipcias.