Con motivo de la visita de Barack Obama en Oriente Medio – que se ha iniciado el miércoles 20 de marzo con su llegada a Israel - la Comisión “Justicia y Paz” de la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa, ha escrito una carta al Presidente de los EE.UU. para atraer su atención sobre algunos problemas importantes que condicionan la presencia de los cristianos en la región.
“El pueblo palestino – se lee en la carta firmada en nombre de la Comisión por su Secretario Yusef Daher y recibida en copia en la Agencia Fides - está viviendo el año 46 bajo la ocupación. Y la situación de los cristianos palestinos es la misma que vive el pueblo palestino en su conjunto”.
La misiva menciona lo que se denominan “violaciones del derecho internacional por parte de las autoridades israelíes”: expansión de los asentamientos colonos ilegales; la restricción del acceso a los lugares santos para los cristianos y musulmanes; la expropiación de tierras pertenecientes a propietarios palestinos para favorecer la expansión de las colonias y para la construcción de muros de separación.
La carta de Justicia y Paz cita explícitamente la cuestión del Valle de Cremisan, que se ha convertido en un caso judicial, desde que familias cristianas y congregaciones religiosas católicas han presentado un apelo contra la confiscación de sus tierras porque tenía que pasar el muro de separación.
El mensaje dirigido a Obama también describe lo que se define “políticas ocultas de discriminación” que sufren los ciudadanos árabes de Israel: largos procesos para obtener la reunificación familiar, dificultad para inscribir a los niños, problemas en encontrar vivienda y oportunidades de trabajo.
En su carta al presidente de EE.UU. se señala que “la presencia cristiana desempeña un papel importante en Tierra Santa en el campo de la educación y la salud”.
La desaparición de las comunidades cristianas en el área tendrá, según el organismo de los Obispos católicos, “consecuencias catastróficas sobre todo por el crecimiento de los fundamentalistas de ambos lados”.
El llamamiento finaliza con una petición para favorecer el respeto del derecho internacional y poner fin a todas las políticas ilegales que afectan a la población palestina de Tierra Santa. “Esto - dice la Comisión Justicia y Paz relacionada con los obispos católicos locales - sería la mejor manera de preservar y proteger la presencia cristiana en Tierra Santa”.
Con motivo de la visita, se ha pronunciado también el Patriarca emérito de los católicos latinos, Michel Sabbah.
“Todos los grandes del mundo vienen a visitarnos. Llegan y se marchan, y nuestra realidad no cambia. Nosotros permanecemos en la misma situación”, almenta.
Afirma a Fides que “en relación al conflicto palestino-israelí ninguna presión externa puede cambiar las cosas. Sólo Israel puede decidir caminar por el camino de la paz o mantener el statu quo. Nadie puede cambiar esta situación desde el exterior. Todo está en manos de Israel”.
El Patriarca emérito, en vista de las próximas celebraciones litúrgicas de la Semana Santa, también hace referencia a las dificultades que los cristianos y los musulmanes de los territorios palestinos viven para poder acceder a los lugares santos de Jerusalén.
“Desde el año 1993”, dice Sabbah a Fides “los cristianos y musulmanes de los Territorios palestinos deben obtener permisos militares para ir a rezar. Aquí para orar no se puede ir directamente a Dios, se debe pasar primero por los militares, para pedir permiso”.