A sus 37 años, el padre Philip Tushar, ordenado el pasado 3 de enero, se ha convertido en el primer sacerdote surgido de su pueblo, Bakshanagar, en Bangladés, desde que el cristianismo llegó hace 250 años al país.
En este acontecimiento histórico para su comunidad, el nuevo sacerdote estuvo acompañado por 500 católicos en la ordenación a manos del obispo Shorot Francis Gomes. En declaraciones a AsiaNews, el padre Tushar afirma que “Dios me eligió para trabajar para su Reino de nuestro pueblo. Estoy realmente feliz y los serviré en manera apropiada. Mis padres y mis amigos siempre me alentaron. San Antonio de Padua bendijo nuestro pueblo que esperaba un cura. A través de mí fue escuchada la petición”.
"Estamos realmente felices de tener un cura de nuestro territorio"
Precisamente, el padre Philip pertenece a la iglesia de San Antonio de Padua, que cuenta con cerca de 300 católicos. El pueblo ha dado a la Iglesia bengalí 14 religiosas, pero jamás un sacerdote antes de él. Thomas Rozario, un líder local, afirma: “Hoy es realmente un día significativo. Estamos realmente felices de tener un cura en nuestro territorio. Hemos esperado por largo tiempo y rezado mucho. Al final. Dios escuchó nuestro pedido. Agradecemos al Señor que un hijo nuestro trabaje para Dios. Espero que muchos otros niños entren al seminario y en las casas de formación”.
El sacerdote cuenta sobre su vocación: “Mis padres siempre desearon que fuese cura, pero no estudié en el seminario. Entré al seminario sólo en 2012, a la edad de 30 años. Durante el colegio trabajé como animador en la Comisión episcopal para los jóvenes. Allí era voluntario. En aquel tiempo realicé que si trabajaba gratuitamente, habría tenido en cambio alegría. También hice cosas que si hubiese sido sacerdote y doné mi servicio, habría estado aún más feliz en la vida, donándome en manera altruista”.
Después de la licenciatura especializada en gestión del turismo, sintió la llamada y entró en el seminario. “Mis amigos-recuerda- me decían que a mi edad era más frecuente que los jóvenes saliesen del seminario. Por eso yo era una inspiración para ellos”.
"Elegí esta vida para servir a las personas"
“Había descubierto -prosigue- la belleza del trabajo gratuito. La vida religiosa ofrece la gran oportunidad de servir a los seres humanos. He hablado conmigo mismo y con Dios. Entendí que el sacerdocio era lo que quería y elegí esta vida para servir a las personas”.
Mi primer cargo fue como vicario del párroco de la iglesia de Tumilia en Gazipur, suburbio industrial de la capital. Expresa el deseo de trabajar para los jóvenes. “Ya lo había hecho en el pasado y estaba feliz. Logro entrar en confianza con ellos. Dado que descubrí mi vocación religiosa tarde, quisiera trabajar para las vocaciones maduras. Estoy iniciando a hacerlo con algunos jóvenes que han terminado sus estudios y quisieran ser sacerdotes. Los estoy ayudando dándoles consejos y líneas guía”.
Junto a la pastoral juvenil, el nuevo ordenado quisiera asociar el trabajo sobre “temáticas que ponen desafíos a la sociedad cristiana, como las disputas sobre las tierras, los problemas matrimoniales y por la construcción de la paz”.