Cada año la agencia Fides publica una lista trágica: los misioneros y agentes pastorales católicos asesinados en tierras de misión realizando una misión pastoral y evangelizadora.
Desde el año 2000, son más de 300 los misioneros sacerdotes, laicos y religiosos o religiosas asesinados en estas condiciones (esas cifras no incluyen la gran matanza de eclesiásticos durante el genocidio de Ruanda de 1994).
En 2012, sin embargo, fueron asesinados "sólo" doce, el número más bajo desde 1990, cuando Fides empezó a registrar las cifras anuales. Otros años "buenos" fueron 2004, con 16 misioneros asesinados, y 1990, con 17 asesinatos. La media anual está entre los 30 y 40 asesinatos; en 2009, por ejemplo, fueron 37.
En el año 2012 las víctimas fueron 10 sacerdotes, 1 religiosa y 1 laica.
La mayor parte de los agentes pastorales asesinados en el 2012 ha perdido la vida a raíz de intentos de robo: algunos sorprendieron a los ladrones en su casa y sus cuerpos fueron encontrados con signos de haber sufrido tortura y crueldad. Otros fueron atacados en la calle y despojados de todo lo que tenían consigo o de su coche.
Fides señala que los agentes pastorales asesinados en el año 2012 no han realizado actos sensacionalistas, no se han puesto en el centro de la atención de los medios de comunicación por proyectos o toma de posiciones espectaculares, sino que simplemente “han confesado la belleza de seguir al Señor Jesús donde eran llamados a dar testimonio de sus ser cristianos”.
La agencia repasa brevemente como murió cada uno de estos testigos de Cristo.
Don David Donis Barrera, de 70 años, párroco desde hace dos en la parroquia de la Sagrada Familia en Oratorio, en la diócesis de Santa Rosa de Lima, en Guatemala, fue asesinado el 27 de enero de 2012. Después de un leve accidente de coche fue agredido y apuñalado por los ocupantes del otro coche.
Don Jenaro Aviña García, de 63 años, párroco de la parroquia de la Inmaculada Concepción en Atizapan de Zaragoza, en la Archidiócesis de Tlalnepantla (México), fue asesinado en su casa en la madrugada del 28 de enero de 2012. Según el informe policial, “el sacerdote estaba en pijama y zapatillas de estar por casa, al parecer había oído ruidos y abierto la puerta de la casa parroquial”.
Sor Liliane Mapalayi, de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Jesús y María, fue asesinada a puñaladas por un individuo el 2 de febrero de 2012 en Kananga, en Kasai Occidental (República Democrática del Congo). La religiosa trabaja en un colegio dirigido por la congregación, ocupándose de la contabilidad. Fue agredida alrededor de las 13 horas, cuando se encontraba en su oficina, de la escuela. Al oír un grito, el Director de la escuela y una hermana corrieron a la oficina de la hermana Liliane, quien falleció en sus brazos con un cuchillo de cocina clavado en el corazón.
Don Anastasius Nsherenguzi, sacerdote de la diócesis de Kayanga (Tanzania), de 43 años, resultó gravemente herido el 6 de abril, Viernes Santo, y murió al día siguiente, 7 de abril, después de unas horas de agonía sin revelar ningún detalle acerca de lo que pasó. Después de efectuar la reconstrucción de los hechos, se dijo que el p. Nsherenguzi regresaba a su casa desde Bushangaro, el área de la parroquia donde había ido para una celebración religiosa. En el camino, se encontró con algunos jóvenes que estaban peleándose, e intervino para evitar que el conflicto degenerase, pero fue golpeado por uno de los jóvenes con una gran piedra, que le provocó heridas mortales.
Don Luigi Plebani, 62 años, misionero italiano Fidei Donum fue asesinado en Brasil, en Rui Barbosa, Estado de Bahía. El sacerdote fue encontrado ahorcado en su casa el domingo 29 de abril de 2012. Se le esperaba para la celebración de la Misa pero al ver que no llegaba, algunas de las mujeres de la misión fueron a buscarlo y se encontraron con la dramática escena. Probablemente se trató de un robo degenerado trágicamente: los asesinos habrían montado la escena de un suicidio. “Padre Luis”, como lo llamaban en Brasil, donde vivía desde 1980, había recibido amenazas de muerte en el pasado por parte de algunos presos que visitaba con asiduidad en la cárcel local, probablemente por parte de bandas relacionadas con el tráfico de drogas.
P. Valentim Eduardo Camale, de los Misioneros de la Consolación (IMC), de 49 años, fue brutalmente asesinado el 3 de mayo de 2012 durante un robo a la misión de Liqueleva (Mozambique). El P. Valentim al ser agredido por cuatro ladrones, que pretendían robar las pocas donaciones recogidas para la escuela de niños dirigida por los misioneros, reaccionó inmovilizando a uno de los bandidos, pero los otros tres se abalanzaron sobre él golpeándolo hasta matarlo. Lo encontró en un charco de sangre al regresar del trabajo pastoral un hermano de comunidad, lo trasladaron de urgencia al hospital, pero murió en el camino.
Don Pablo Emilio Sánchez Albarracin, de la diócesis de Cucuta (Colombia), fue agredido en su casa parroquial de Santa María Madre de Dios en el municipio de los Patios en Cucuta, en el norte de Colombia, durante un robo, la mañana del 8 de agosto de 2012. Los asesinos, probablemente descubiertos por el sacerdote, lo hirieron de forma grave. Fue transportado al hospital donde murió el 11 de agosto, después de tres días de agonía.
El Padre Elie Gergi al-Makdessi, de la Orden Libanesa Maronita, fue asesinado durante un intento de robo. Su cuerpo sin vida fue encontrado el 25 de agosto de 2012 en la carretera marítima de Naameh, a 10 km al sur de Beirut. La muerte fue causada por asfixia y ahogamiento. Nacido en 1962, era Mónaco de la Orden Libanesa Maronita, y vivía en un monasterio del pueblo de Bhersaf.
El sacerdote Teodoro Mariscal Rivas, de 45 años, fue encontrado muerto asesinado en su casa, en el suburbio de Santa Fe. Estaba encargado del cuidado pastoral de la iglesia de Santa Cecilia, que se encuentra dentro del territorio de la parroquia del Santo Niño de la Salud, en el distrito de Mochicahui hacia la parte central del Golfo de California, México. Don Rivas fue encontrado en la mañana del 20 de septiembre de 2012, atado de manos y pies, con una bolsa en la cabeza que le había causado la asfixia. El asesinato tuvo lugar entre el 18 y el 19 de septiembre. Entre las cosas de valor que desaparecieron se encontraba el coche.
P. Bruno Raharison, sacerdote jesuita (SJ) de nacionalidad malgache, tesorero de la congregación Juan XXIII de Mahamasina (Madagascar), fue asesinado el domingo, 30 de septiembre de 2012, durante un robo en la calle. El coche del religioso se descubrió el 30 de septiembre, aparcado en la carretera estatal 2 que conduce de Antananarivo a Tamatave, cerca de la ciudad de Carion. Al ser alertada la policía, estableció un servicio de vigilancia. Al día siguiente fue detenido un joven que trataba de recuperar el coche y llevado a la comisaría de policía. Después de un barrido de la zona, el 2 de octubre se encontró el cuerpo del p. Bruno, a 400 metros del lugar donde estaba su coche. El sacerdote fue apuñalado varias veces con un arma blanca en la espalda, el pecho y la cabeza.
La laica católica Conchita Francisco, 62 años, agente pastoral, viuda y madre de dos hijos, fue asesinada a tiros por hombres no identificados enfrente de la catedral católica de Bongao, en la provincia filipina de Tawi-Tawi, en el sur del archipiélago, el 13 de noviembre de 2012. La mujer acababa de salir de la iglesia, donde cada día conducía el rezo del Rosario y participaba en la Santa Misa. Conchita, llamada “Ching”, era un pilar en las actividades pastorales de la Iglesia local. Hace diez años su marido también fue asesinado. Era presidente de la escuela de segundo grado en el campus de la “Mindanao State University” (MSU) en Bongao y, según fuentes locales, el asesinato podría estar relacionado con las cuestiones de su trabajo en la estructura.
D. Eduardo Teixeira, sacerdote brasileño, de 35 años, fue asesinado en la tarde del Domingo, 16 de diciembre de 2012, en la localidad de Novo Hamburgo (estado de Rio Grande do Sul), Brasil, durante un robo. D. Teixeira y otro sacerdote estaban parados en un semáforo cuando dos ladrones se les acercaron. Los dos sacerdotes se vieron obligados a seguir a los delincuentes hasta un parque y, después de entregarles su billetera, el p. Eduardo recibió al menos dos disparos de arma de fuego al intentar volver al coche. D. Teixeira, sacerdote desde hacía tres años, era párroco de Santa Terezinha de Campo Bom, y había sido nombrado recientemente párroco de la Parroquia de San Jorge, en el barrio de Campina.
N° Nombre y Apellidos Nacionalidad Instituto o Diócesis Lugar y fecha de la muerte
1. Don David Donis Barrera Guatemala Diocesano Santa Rosa (Guatemala) – 27/1
2. Don Jenaro Aviña García México Diocesano Atizapan (México) – 28/1
3. Sor Liliane Mapalayi Congo RD Hermanas de la Caridad de Jesús y María Kananga (Congo RD) – 2/2
4. Don Anastasius Nsherenguzi Tanzania Diocesano Bushangaro (Tanzania) – 7/4
5. Don Luigi Plebani Italia Fidei donum Rui Barbosa (Brasil) – 29/4
6. P. Valentim Eduardo Camale Mozambique Misioneros de la Consolación (IMC) Liqueleva (Mozambique) – 3/5
7. Don Pablo Emilio Sanchez Albarracin Colombia Diocesano Cucuta (Colombia) – 11/8
8. Padre Elie Gergi al-Makdessi Líbano Monje de la Orden Libanesa Maronita Naameh (Líbano) – 25/8
9. Teodoro Mariscal Rivas México Diocesano Mochicahui (México) – 19/9
10. Padre Bruno Raharison Madagascar Jesuita (SJ) Carion (Madagascar) – 30/9
11. Conchita Francisco Filipinas Agente pastoral laica Bongao (Filipinas) -13/11
12. Don Eduardo Teixeira Brasil Diocesano Novo Amburgo (Brasil) – 16/12
Sacerdotes 10 (6 diocesanos; 1 SJ; 1 IMC; 1 Ord. Libanesa M.;1 Fidei donum)
Religiosas 1 (Hermanas de la Caridad de Jesús y María)
Laicos 1
África 4 (1 R.D. Congo; 1 Tanzania; 1 Mozambique; 1 Madagascar)
América 5 (2 México; 1 Colombia; 1 Brasil; 1 Guatemala)
Asia 2 (1 Líbano; 1 Filipinas)
Europa 1 (Italia)
África 4 (1 R.D. Congo; 1 Tanzania; 1 Mozambique; 1 Madagascar)
América 6 (2 Brasil; 2 México; 1 Colombia; 1 Guatemala)
Asia 2 (1 Líbano; 1 Filipinas)