Desde el 1 de enero de 2017 el portugués Antonio Guterres es el secretario general de Naciones Unidas. Antes fue primer ministro de Portugal (1995-2002), presidente de la Internacional Socialista (1999-2005) y Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (2005-2015). En una entrevista conjunta con La Stampa y Vatican News en vísperas de su visita a la Santa Sede, el portavoz de Naciones Unidas ha explicado su aprecio a la función internacional del Papa Francisco.
"Quería reunirme con el Santo Padre para expresar mi aprecio por su trabajo. Es una voz fuerte sobre la crisis climática, la pobreza y la desigualdad, el multilateralismo, la protección de los refugiados y los migrantes, el desarme y muchas otras cuestiones importantes. A través de su trabajo, el Papa contribuye a la consecución de muchos de nuestros objetivos, incluidos los del desarrollo sostenible, la lucha contra el cambio climático y la promoción de una cultura de paz", ha explicado en la entrevista.
"Construir puentes es una buena analogía y, mientras hablemos de los temas que acabo de mencionar, espero explorar cómo podemos aumentar nuestra colaboración para hacer precisamente esto: construir puentes para lograr más resultados para las personas que más lo necesitan".
Ataques a iglesias, mezquitas o sinagogas
"La libertad de religión es otro tema que espero tratar con el Papa Francisco. Me preocupa profundamente el aumento de la intolerancia, que incluye ataques directos contra las personas basados únicamente en sus creencias o afiliaciones religiosas. Los ataques mortales contra mezquitas en Nueva Zelanda, sinagogas en los Estados Unidos y el bombardeo en Pascua de iglesias en Sri Lanka demuestran la urgencia de actuar para que todos, independientemente de sus creencias religiosas, puedan disfrutar plenamente de sus derechos humanos", ha añadido.
"La diversidad es una riqueza, no una amenaza. Me rompe el corazón ver cómo un número cada vez mayor de personas son humilladas, acosadas y atacadas públicamente simplemente por su religión o fe. Los judíos han sido asesinados en sinagogas, sus lápidas desfiguradas por esvásticas; los musulmanes están siendo asesinados en mezquitas, sus lugares de culto vandalizados; los cristianos están siendo asesinados durante su oración, sus iglesias quemadas", prosigue.
Dos iniciativas para defender la libertad de religión
"En los últimos meses, he lanzado dos iniciativas: un plan de acción para apoyar los esfuerzos para salvaguardar los lugares religiosos y defender el derecho a la libertad religiosa; y una estrategia a nivel del sistema de las Naciones Unidas para abordar la cuestión del odio. En colaboración con mi Alto Representante para la Alianza de Civilizaciones, el plan de acción tiene por objeto ayudar a los Estados miembros a garantizar que los fieles puedan observar sus ritos en paz. Las casas de culto en todo el mundo deben ser refugios seguros para la reflexión y la paz, no lugares de derramamiento de sangre y terror", añade Guterres.
"También necesitamos una fuerte inversión en cohesión social para garantizar que las diferentes comunidades sientan que se respeta su identidad, que hagan lo mismo por los demás a cambio y que tengan un interés en la sociedad en su conjunto. La reciente declaración de Su Santidad el Papa Francisco y el Gran Imán de al-Azhar, Profesor Dr. Ahmed Mohamed Ahmed Ahmed el-Tayeb, fue una contribución extremadamente importante a la coexistencia pacífica, el respeto mutuo y el entendimiento entre las diferentes comunidades religiosas del mundo. La educación debe ser un elemento clave de nuestros esfuerzos por combatir la propagación del odio. Tengo la intención de convocar una conferencia sobre la función de la educación para abordar este fenómeno y aumentar la resiliencia frente a él".
El reto de las migraciones
Después, se le pregunta a Guterres acerca del papel de la UE respecto a la crisis migratoria en el Mediterráneo, pero él da respuestas más amplias, a nivel mundial, no solo europeo.
"Mientras hablamos, más de 70 millones de personas están siendo desplazadas, el doble que hace 20 años, y 2,3 millones más que hace un año. Es un número impactante y desgarrador. Los conflictos se han vuelto más complejos y, combinados con tendencias como el cambio climático, el crecimiento demográfico, la rápida urbanización y la inseguridad alimentaria, lamentablemente podemos predecir que el desplazamiento forzado y las necesidades humanitarias seguirán aumentando. El número de personas desplazadas ha crecido más rápido que nuestra capacidad para encontrar soluciones duraderas. El 17 de diciembre, los dirigentes mundiales se reúnen en Ginebra para celebrar el primer Foro Mundial de Refugiados, organizado por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, con el fin de examinar formas de abordar mejor las realidades actuales y prepararse para los retos futuros", explica Guterres.
"Creo que debemos cumplir las promesas de responsabilidad compartida establecidas en el Pacto Mundial sobre Refugiados. Debemos restablecer la integridad del régimen internacional de protección de los refugiados. Y debemos trabajar juntos para combatir a los traficantes y delincuentes que se enriquecen a costa de las personas vulnerables. Los naufragios mortales no pueden convertirse en la nueva norma. Las soluciones también deben abordar las causas profundas de estos viajes peligrosos", añade.
"Mientras persistan los conflictos y los problemas de desarrollo, las personas seguirán buscando un futuro más seguro y auspicioso para sí mismas y sus familias. La cooperación y la solidaridad internacionales son esenciales para proporcionar soluciones sostenibles a los hombres, las mujeres y los niños afectados. También necesitamos un compromiso real de compartir la responsabilidad entre los Estados miembros. En este contexto, acojo con satisfacción las nuevas políticas del Gobierno italiano y reitero lo que dije muchas veces en mi anterior calidad de Alto Comisionado para los Refugiados: debe existir una solidaridad europea efectiva con países de primera línea como Italia y Grecia", añade.
Decepción con la cumbre del COP25
"Me decepcionan los resultados de la 25ª Conferencia de las Partes que acaba de concluir en Madrid. La comunidad internacional ha perdido una importante oportunidad de afirmar una ambición más firme en materia de mitigación, adaptación y financiación para combatir la crisis climática. Pero no debemos rendirnos, y yo no me rindo. Estoy más decidido que nunca a trabajar para que 2020 sea el año en el que todos los países se comprometan a hacer lo que la ciencia cree que es necesario para lograr la neutralidad de carbono para 2050 y no para aumentar la temperatura en más de 1,5 grados", explica sobre la cuestión climática.
Entre los aspectos positivos señala "el compromiso de la Unión Europea con la neutralidad de carbono para 2050 e insto a todos los países a que sigan este ejemplo de acción climática. Por lo tanto, en los cruciales 12 meses venideros, será esencial garantizar compromisos más ambiciosos a nivel nacional, en particular por parte de los principales contaminadores, para empezar a reducir inmediatamente las emisiones de gases de efecto invernadero a un ritmo compatible con el logro de la neutralidad de carbono para 2050".
¿Una nueva carrera armamentista y nuclear?
El dignatario de Naciones Unidas también constata que "la dimensión nuclear de las tensiones regionales es cada vez más peligrosa, como podemos ver en el Asia nororiental y en Medio Oriente. Es absolutamente esencial que el desarme nuclear vuelva a ocupar un lugar central en la agenda internacional. También es esencial garantizar que el Tratado de No Proliferación Nuclear mantenga su condición de pilar fundamental del orden mundial. Como indiqué en mi visión del desarme, redoblaré mis esfuerzos para ayudar a los Estados Miembros a volver a una visión y un camino comunes que conduzcan a la eliminación total de las armas nucleares".
El reto de los ciberataques y las armas-robot
"Los avances tecnológicos también son preocupantes. La creciente frecuencia y gravedad de los ciberataques están socavando la confianza y alentando a los Estados a adoptar posturas ofensivas para el uso hostil del ciberespacio. Temo que los ataques cibernéticos puedan desencadenar nuevos conflictos", añade.
"Las armas autónomas, que podrían tener el poder de matar sin intervención humana, son políticamente inaceptables y moralmente despreciables. Creo firmemente que deberían prohibirse, pero en este momento no hay consenso en el mundo sobre cómo regular estos nuevos avances tecnológicos. Se trata de un reto que debemos abordar con carácter de urgencia", comenta.
El conflicto China-EEUU: ¿un mundo multipolar?
"Me preocupa la posibilidad de lo que yo llamo 'la gran fractura'", comenta Guterres sobre los conflictos entre China y Estados Unidos.
"Si las dos principales economías del mundo se dividen en sectores como el comercio y la tecnología, por ejemplo, corremos el riesgo de crear dos submundos separados. Cada uno con sus propias normas comerciales y financieras, su propia Internet, su propia estrategia de inteligencia artificial y sus propios desarrollos geoestratégicos y militares. Esto es algo que debemos evitar. Para garantizar la paz y la seguridad, debemos trabajar por un mundo con un único conjunto de normas mundiales que todos acepten y garanticen. Necesitamos un mundo multipolar fuerte con instituciones multilaterales fuertes".
Después añadió: "Contrariamente a lo que se dice a menudo, necesitamos más solidaridad internacional y más multilateralismo. Debemos trabajar juntos para abordar las cuestiones de la paz y la seguridad, promover el desarrollo sostenible, promover los derechos humanos, reducir las desigualdades y evitar una catástrofe climática. Necesitamos un sistema universal que respete el derecho internacional y que esté organizado en torno a instituciones multilaterales fuertes. Pero este multilateralismo debe adaptarse a los desafíos de hoy y de mañana. Esta visión estará en el centro de la reflexión del próximo año con motivo del 75º aniversario de las Naciones Unidas. Los resultados se presentarán a los dirigentes mundiales en el septuagésimo quinto período de sesiones de la Asamblea General y espero con interés aprovechar los resultados de esta conversación".
La entrevista completa se puede leer aquí