El padre Álvaro Corcuera, LC, y el cardenal Velasio De Paolis han comunicado a través de sendas cartas que el actual director general de la Legión de Cristo y el Regnum Christi ha solicitado un tiempo de descanso por motivos de salud. El cardenal le ha exonerado temporalmente de sus funciones como director general, que asumirá en su lugar el actual vicario general, padre Sylvester Heereman, LC, hasta la convocatoria del Capítulo que tendrá lugar a finales de 2013 o principios de 2014.
De Paolis explica en su carta que le preocupaba la salud de Corcuera: “Su esfuerzo”, apunta, “realizado con frecuencia en un clima de sufrimiento y de incomprensión, ha debilitado sus energías hasta el punto de hacernos temer que, de continuar así, especialmente en este último año que precede al Capítulo General, podríamos comprometer su salud”, concluye el delegado del Papa para el Regnum Christi y la Legión de Cristo.
El portavoz de la Legión de Cristo, el padre Benjamín Clariond, L.C., ha confirmado que el director general “sufre un agotamiento por el desgaste de estos años”. “El cardenal, viendo cómo se deterioraba su salud, y antes de que ésta se viese más seriamente comprometida, le sugirió la posibilidad de que se tomase un tiempo de descanso antes del Capítulo, y el padre Álvaro, después de sopesarlo, solicitó al cardenal dejar sus funciones hasta ese momento. Petición que fue aceptada”, dice el portavoz.
Por su parte, el padre Álvaro Corcuera, L.C., acepta en su carta: “No me es fácil reconocerlo pero he visto delante de Dios que no cuento con la salud y energías necesarias para enfrentar de manera responsable las exigencias del gobierno general en el momento histórico actual de la Legión y del Regnum Christi. Hace falta alguien que esté en plenas facultades de salud”, concluye el padre Álvaro Corcuera, que fue nombrado director general hace 7 años.
El cardenal Velasio De Paolis ha querido insistir con claridad en un punto, y es que el padre Álvaro sigue siendo el director general: “Como se nota, no se trata de la dimisión de un oficio ni del nombramiento de un director general sustituto, sino solamente de un a especie de año sabático o tiempo de descanso solicitado y concedido al director general, que permanece con su cargo pero cesa en sus funciones hasta que sea convocado el próximo Capítulo general”, asevera De Paolis.